(Un texto de Santiago Lascaras leído en el suplemento gastronomico del Heraldo de Aragón del 25 de enero de 2014)
El café caracolillo es la única malformación de un grano de café que lejos de considerarse un defecto, se considera una virtud al ser, pese a su rareza, muy apreciado entre los consumidores de cafés especiales.
Normalmente en un fruto del cafeto, conocido con el nombre de cereza, hay dos semillas enfrentadas por sus caras planas que son lo que luego se convertirán en los granos de café por todos conocidos. Pues bien, hay ciertos frutos que, en vez de tener dos semillas, sólo desarrollan una, algo más pequeña que una normal y mucho más redondeada.
Esta forma redondeada era muy apreciada antiguamente cuando el café se tostaba en sartén, ya que al no tener una cara plana no se quemaba por el mismo sitio y no había que estar excesivamente pendientes del tueste. Además, como en vez de dos granos, sólo crecía uno, a éste se le daban dobles propiedades, nunca bien demostradas, de aroma y sabor y otras poco fiables como las afrodisíacas.
No obstante, con el tiempo, este café prácticamente dejo de llegar como tal al mercado por diferentes factores, el primero de ellos por las mejoras en los cultivos, ya que los caracolillos se suelen producir en el final de las ramas de los cafetos dónde tienen menos irrigación de la savia y donde los efectos de las mejoras generalizadas
en la poda de los cafetos a la vez que aumentan la productividad de las plantas reducen su producción drásticamente; en segundo por su sobrecoste a la hora de seleccionarlos, ya que al recolectarlos se mezclan con el resto de café teniéndose que separar posteriormente, la mayor parte de las veces de forma manual; y por último por los cambios de hábito de consumo ya que nadie tuesta el café en casa con una sartén.
No obstante, gracias a los productores que apuestan por la calidad del café y por su selección y que satisfacen el mercado de calidad dispuesto a pagar algo más por cafés raros, no sabemos si por su mayor supuesta calidad o si por haber comprobado realmente sus propiedades afrodisiacas, podemos volver a disfrutar este tipo de cafés. Así pues, disfrutémoslo ahora que podemos hacerlo de nuevo.
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