(Un texto de Juan Barbacil en el Heraldo de Aragón del 28 de junio de 2014)
Marcas. El origen de esta cerveza se remonta al final de la Primera Guerra Mundial, cuando sus elaboradores crearon una nueva variedad para celebrar la victoria. Así nacía una de las más famosas strong ales belgas que existen en el mundo.
La Duvel es realmente única, ya que es una cerveza rubia y fresca como una pilsner, pero con el sabor, definición y complejidad de una ale. Los principales ingredientes utilizados para obtener está cerveza genuina son levadura escocesa, lúpulo checo y cebada francesa.
El resultado tan especial es fruto de un especial proceso de elaboración, focalizado en la calidad, que utiliza los mejores ingredientes y tecnologías para llevar a cabo el proceso en 90 días. Los principales pasos del proceso son: seis semanas en cámaras frías, donde se lleva a cabo la maduración y estabilización; dos semanas en cámaras tibias, para alcanzar la segunda fermentación; y cuatro semanas en bodegas, después de ser embotellada, para alcanzar la última fermentación.
Su nombre en flamenco significa demonio y en la copa presenta un vistoso color limón y una hermosa espuma blanca. Es la producción iconoclasta de la cervecería Moortgat y ha conseguido tanta fama que el grupo cervecero incluyó Duvel en su nombre. La Duvel es una strong ale belga fermentada en botella, con gran presencia de carbónico, textura fina y amargor pronunciado.
La Duvel obtiene su sabor y cuerpo tan característico, dominado en gran parte por la abundante fuerza del carbónico, su textura fina y su amargor pronunciado, durante la segunda fermentación en botella que se produce en las cámaras calientes y por el posterior tiempo prorrogado de reposo en cámaras de guarda entre 4 y 5ºC durante 2 o 3 meses.
Su aspecto es rubio pálido, muy trasparente, con burbuja fina y abundante y mucha espuma muy espesa. El olor es afrutado y floral, con los matices de los lúpulos utilizados (saaz y styrian). Estos lúpulos son protagonistas en el sabor, construyendo un gusto fuerte y seco, con un ligero regusto amargo en el paladar. Para amantes de las cervezas con carácter.
Es suave y satinada, su aroma es lupulado, con mucha presencia de levadura, y en boca resulta aterciopelada, con un marcado carácter afrutado. Presenta una facilidad traviesa para beberse, siendo una perfecta compañera para el aperitivo y para ensaladas de todo tipo. Se emplea en la elaboración de salsas para el pescado, por lo que la aconsejamos para disfrutar también de este producto.
Se recomienda servirla en su copa estilo tulipa ligeramente abierta por arriba para poder apreciar los aromas silvestres del lúpulo, y consumirla a 6º centígrados.
Cuenta la historia que fue concebida por su cervecería, al fin de la Primera Guerra Mundial, para celebrar la victoria. Los Moortgat mandaron a uno de sus hijos a Escocia, en busca de un tipo de levadura que les permitiera elaborar su propia cerveza tipo ale, que tan apreciada era en esos días. Tras grandes esfuerzos, vio la luz una cerveza que comenzó llevando el nombre de Victory Ale, en honor a los vencedores de la Gran Guerra, y cuyo ingrediente principal era y sigue siendo hoy en día, aquella levadura traída de. Escocia, la kruikje.
EL NOMBRE DE DUVEL. Durante los años 20, un ávido bebedor la describió como «nen echten duvel» (un verdadero diablo), tal vez como referencia a su relativamente alto contenido de alcohol (8,5% de alcohol por volumen), por lo que la compañía cambió del nombre. Hoy, la Duvel se ha convertido en la principal cerveza de la fábrica. Es exportada a más de 40 países y la Cervecería Moortgat cotiza en los mercados bursátiles; todo ello, sin perder un ápice de su característico sabor y lenta elaboración.
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