lunes, 15 de julio de 2019

Patatas a la importancia

(Un texto de Carlos Maribona en el XLSemanal del 21 de octubre de 2018)

En su origen se trataba de un plato muy humilde, de esos que están vinculados a una cocina popular de subsistencia que tan habituales son en España. Plato sencillo, pero con un nombre en el que se refleja el ingenio de nuestras gentes. Patatas a la importancia o, lo que es lo mismo, unas sencillas patatas que primero se rebozan y fríen y luego se guisan en un caldo. Una forma de sacar el máximo partido de un producto tan modesto y de llenar el estómago, que al fin y al cabo era de lo que se trataba.

Sus orígenes no están nada claros, aunque todo apunta a que empezaron a elaborarse allá por el siglo XIX en algunas zonas del norte de Castilla y León, especialmente en Palencia. Lo cierto es que, aunque se trate de una receta de supervivencia, estas patatas están buenísimas. Por eso, al hilo de la tendencia que lleva a recuperar los platos de cuchara, vuelven a estar presentes en la carta de muchos restaurantes, aunque casi siempre con algún ingrediente añadido para darles un poco más de ‘categoría’. Así, el veterano cocinero asturiano Paco Ron, en su Viavélez madrileño, hace una excelente versión de las patatas a la importancia añadiéndoles almejas. También en Madrid, hay que probar las que elabora con congrio Carlos Torres en La Buena Vida, uno de los mejores restaurantes de producto de la capital.
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