domingo, 29 de noviembre de 2020

La cocina del toro de lidia

 (Extraído de un artículo de Alejandro Toquero en el Heraldo del 10 de octubre de 2020)

La carne de toro no es muy versátil a la hora de ofrecer elaboraciones que se salgan del recetario tradicional. En la mayoría de los casos, su tratamiento culinario se traduce en un guiso. Es la mejor forma de prepararla [...]

Michel Velasco, de Casa Juanico […] tiene claro que en el caso del toro la base casi siempre es la misma: un guiso o un estofado de varias horas a fuego lento con un tiempo previo de maceración de la carne. En concreto, 24 horas antes de estofarla se aconseja ponerla con vino tinto y agua a partes igual. Luego se añaden unos granos de pimienta, laurel, varios dientes de ajo y puerro, cebolla y zanahoria cortados en pequeños dados. Y una última recomendación: un día para macerar, otro de reposo y, al tercero, a comer.

El guiso que propone Casa Pascualillo puede ser un buen punto de partida para otras elaboraciones. Se necesitan los siguientes ingredientes: un kilo de carne de toro para guisar, tres zanahorias, dos cebollas, un puerro, vino tinto de Aragón, caldo de carne, 300 gramos de patatas, una hora de laurel, tres dientes de ajo seco, pimienta en grano, romero y sal. Todos los ingredientes, excepto las patatas y el caldo de carne, hay que macerarlos antes tal y como se sugiere en el párrafo anterior. A continuación, se ponen a cocer para que vaya reduciendo el alcohol del vino. Luego se añade el caldo hasta cubrir y cuando la carne está casi hecha (entre una hora y hora y media a fuego lento) se incorporan las patatas (aproximadamente 20 minutos más).

[...]

jueves, 26 de noviembre de 2020

¿Cuándo está listo el besugo?

 (Sacado del XLSemanal del 16 de diciembre de 2018)

El chef Óscar Velasco nos da las claves para prepara un besugo al horno perfecto para Navidad.
 
LA PIEZA

Yo intento preparar una pieza entera. No es fácil si somos muchos, pero añade esa connotación de estar compartiendo todos un mismo pescado.

JUGOSO

Primero pongo la patata en el horno a 220 ºC, para que se dore bien. Cuando está ya casi lista, incorporo el pescado y bajo la temperatura a 140 ºC, para que se haga despacito. ¡Queda mucho más jugoso!

¿CUÁNDO APAGO EL HORNO?

Los termómetros de cocina son un invento estupendo. Pinchas la sonda en la parte más gruesa del pescado y, al alcanzar los 51 ºC en la zona pegada a la espina, ¡listo!

UN TOQUE

Hay quien le pone hierbas aromáticas dentro. algo de romero le puede ir bien. Yo prefiero dejarlo tal cual. solo lo unto con un poco de aceite y sal. En las patatas echo un chorrito de vino blanco.

UNA CURIOSIDAD

En el siglo XVIII se extiende el consumo de besugo en el interior gracias al vasco Manuel de Herrera, quien en 1739 solicitó a la Corte un camino expedito para transportar el pescado fresco desde Bermeo a la capital.

lunes, 23 de noviembre de 2020

Patatas (rellenas) en la memoria

 (La columna de Carlos Maribona en el XLSemanal del 30 de diciembre de 2018)

La cocina de la memoria o cocina del recuerdo es la que nos retrotrae a sabores y aromas de tiempos pasados, que no necesariamente fueron mejores, aunque con el paso de los años así nos lo parezca. Platos que probamos siendo niños o adolescentes y que se nos han quedado grabados, idealizados hasta el punto de que ninguno que probemos ahora nos parecerá tan bueno como aquellos. En mi memoria gastronómica hay algunos recuerdos imborrables. Y entre ellos están las patatas rellenas que hacía mi abuela Ada en su casa de Avilés. Estas patatas son un guiso popular en Asturias, habitual hace tiempo en los hogares y en las casas de comidas. Patatas que se ahuecan y se rellenan de carne picada para hacerlas muy despacio al fuego en una salsa de pimientos, cebolla, zanahoria y vino blanco. La dificultad en su elaboración, el tiempo que requieren en la cocina y las nuevas modas dietéticas han ido haciéndolas desaparecer de las mesas familiares y también de los restaurantes. De todas formas, si las ven en alguna carta no dejen de pedirlas, un reencuentro con los sabores de siempre. De las casas de comidas donde las siguen preparando hay dos que me gustan especialmente, aunque nunca sean como las idealizadas de mi abuela. Una es Casa Julián, en Niserias, sobre el río Cares. La otra, Casa Nuevo, en Pillarno, muy cerquita de Avilés. Vale la pena probarlas.

viernes, 20 de noviembre de 2020

Salud a sorbos: las bebidas influyen en la salud

 (Un texto de A. Paris en la revista Mujer de Hoy del 30 de noviembre de 2019)

No solo lo que pones en tu plato cada día repercute en tu salud. Zumos, infusiones y bebidas fermentadas también pueden ayudarte a recuperar las defensas, mejorar la capacidad de concentración, cuidar la flora intestinal y hasta aliviar el dolor articular.

Té de jengibre. Contra las náuseas

Las infusiones de jengibre se pueden emplear para calmar las náuseas y los vómitos, incluso cuando la causa que las provoca es un embarazo. Su éxito reside en que sus fitoquímicos ayudan a vaciar el estómago antes de que se produzca la tragedia.

Manual de uso. Si las náuseas no te dejan vivir, necesitas 1.000 mg diarios de jengibre para calmar tu estómago, lo que equivale a cuatro tazas de infusión al día. Para cada taza de té necesitas 85 g de raíz de jengibre, agua, miel (poca, para no agravar las molestias) y una rodajita de limón (opcional). Coloca el jengibre cortado en rodajas finas en un cazo con tres tazas de agua y hierve a fuego lento 15 minutos. Pasado ese tiempo, déjalo reposar cinco minutos tapado con un paño limpio antes de echar el líquido en la taza. Endulza, añade el limón y ya lo tienes listo para beber, frío o caliente.

Cúrcuma latte. Para los dolores articulares

En India se conoce como haldi doodh y contiene la especia de moda: la cúrcuma. Según un estudio publicado en el Journal of Alternative and Complementary Medicine, tomar 2 g de cúrcuma al día durante seis semanas es igual de eficaz que tomar 800 mg de ibuprofeno en casos de osteoartitis de rodilla.

Manual de uso. Para hacer un cúrcuma latte, pon en un cazo dos tazas de leche y, cuando esté un poco tibia, agrega una cucharadita de cúrcuma en polvo. Añade especias, como cardamomo verde triturado, canela y unos granos de pimienta que ayudarán a absorber mejor las propiedades de la cúrcuma. Antes de que hierva la leche, agrega un edulcorante sin calorías, remueve y deja al fuego cinco minutos más. Déjalo reposar y cuela antes de servir templado. Toma dos tazas al día.

Café. ¿Quieres vivir más y mejor?

El café aporta sustancias con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que actúan en sinergia con un resultado espectacular: reducir la mortalidad. Así lo comprobó un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red de Obesidad y Nutrición, tras estudiar la dieta de 20.000 personas durante 10 años.

Manual de uso. Da igual que sea de máquina, soluble, con cafeína o descafeinado: lo importante es beber café, especialmente a partir de los 55 años. Los beneficios que reportó el estudio se hacían notar con una taza al día... pero eran mayores si se tomaban de cuatro a seis (puede ser descafeinado). Y si además quieres concentrarte mejor, el modo de prepararlo influye en el contenido final de cafeína: 200 ml de café arábica filtrado aportan 130 mg de cafeína, mientras que un expreso, unos 80.

Té kombucha. Pon tu intestino a punto

La kombucha es una bebida realizada a base de té azucarado y fermentado con una colonia de levaduras y bacterias probióticas. Eso sí, no es una bebida recomendada para personas con problemas hepáticos, renales o inmunodeprimidos.

Manual de uso. Una cura de dos vasos al día de kombucha durante un par de semanas pone a punto el intestino. Si compras la kombucha ya hecha, vigila que no esté pasteurizada. Para hacerla en casa debes conseguir un “hongo madre” y extremar las precauciones, ya que se han dado casos en los que se ha contaminado de bacterias peligrosas. La receta es sencilla: infusiona 5 g de té, añade 60 g de panela y un litro de agua hirviendo e infusiona 20 minutos. Filtra y deja que se enfríe en un tarro. Añade el hongo y mantén cerrado una semana. Fíltralo antes de servir.

Té matcha. Gana calma y concentración

El té matcha no solo es más rico en antioxidantes que cualquier otro té (una taza contiene la misma cantidad de estas sustancias que 10 de té verde tradicional), sino que además contiene L-teanina, un aminoácido capaz de llegar al cerebro y estimular el buen humor y la capacidad de concentración.

Manual de uso. Tienes que beber un par de tazas al día durante una semana para notar los efectos en tu mente. Eso sí, aléjalas de las comidas principales del día, porque puede interferir en la asimilación del hierro de los alimentos. Para hacer la taza de té perfecta, echa en un bol precalentado y seco 1 g de polvo de té matcha. Añade apenas unas gotas de agua a 70 ºC y remueve con un batidor de bambú hasta obtener espuma. Entonces añade más agua, hasta la mitad del bol y bate de nuevo antes de beberlo.

Zumo de arándanos. Lucha contra la cistitis

El zumo de arándanos es un clásico contra las infecciones urinarias desde hace casi una década, cuando el Instituto Politécnico de Worcester (EE.UU.) demostró que las sustancias que contenía este jugo evitan que la bacteria Escherichia coli se adhiera a las paredes del tracto urinario. Ahora al poder anticistitis del arándano está a punto de añadirse el poder anticolesterol. Una nueva bebida probiótica de arándanos, creada por investigadores de la Universidad de Vigo, ha demostrado en estudios in vitro la capacidad de reducir el colesterol hasta un 67%.

Manual de uso. Si eres propensa a las infecciones de orina, toma dos vasos de este zumo al día (si es casero y sin azúcar, mejor). Eso debería garantizar que ingieres los 36 mg de proantocianidinas que necesitas para reforzar tus defensas en esa zona.

martes, 17 de noviembre de 2020

Las reglas de oro para tomar el té

(Leído en el suplemento dominical de El País de hace la tira de tiempo)

Calentar la tetera para que las hojas de té se abran y liberen mejor su perfume.

Poner en la tetera una cucharadita de té por taza y una para la tetera (preferiblemente utilizar un filtro).

Verter el agua justo antes de que empiece a hervir, con el fin de que no pierda oxígeno.

Dejar reposar el té el tiempo recomendado para cada tipo: tres a cinco minutos el té negro, tres el té oolong y dos minutos el té verde.

Retirar el filtro con las hojas del té de la tetera para que el té no quede demasiado infusionado. La tetera no debe lavarse ni secarse por dentro, sólo debe aclararse con agua.

El té se puede tomar frío o caliente, pero nunca recalentado.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Los colores del té

(Leído en el suplemento dominical de El País de hace la tira de tiempo)

Todos los tipos de té se obtienen de las mismas hojas, pero su variedad depende de los distintos procesos a los que son sometidas y su grado de fermentación. El color, salvo en el caso del té rojo, no se manifiesta en la infusión.  

TÉ AMARILLO. Se obtiene parando el proceso entre el té blanco y el té verde, es el gran desconocido y el más preciado. Llamado también "el té de las cinco dinastías". En su origen sólo estaba destinado al consumo de los emperadores. Es un té ligero y dulce. Su licor es del color del jade. Mejora las defensas del organismo y es rico en vitaminas y minerales. Conserva todas sus propiedades gracias a que sus brotes apenas tienen que ser sometidos a procesos para obtenerlos.

TÉ VERDE. Retiene su color natural, ya que no está fermentado. Su perfume es delicado y refrescante. Al añadir té verde al agua, las defensas antioxidantes se multiplican, es aún más potente que la vitamina C y ayuda a retrasar el envejecimiento celular. Es diurético y da resultados sorprendentes en la eliminación de impurezas de la piel, mejorando su elasticidad. Su alto contenido en vitamina B12 ayuda a mantener el cabello y las uñas sanos.  

TÉ AZUL. "El té marino" se consigue parando el proceso entre el té verde y el té negro. Está compuesto por algas pardas sobre una base de té azul wulong. Su gusto está a medio camino entre el dulzor del té verde y el amargor del té negro. Es el más digestivo de todos y se le atribuye el poder de disolver las grasas, por lo que.es muy eficaz contra la obesidad. También contiene propiedades tónicas y es rico en calcio, hierro, yodo y magnesio.

TÉ NEGRO. Es el más conocido y el de mayor consumo. Su gusto es fuerte y profundo. En líneas generales suele ser amargo, pero existen tés negros, como el darjeeling, cuyo sabor recuerda las frutas maduras. Es un té fermentado y tiene un índice de teína más elevado que el resto de los tés. Pruebas clínicas científicas han comprobado que el té posee ciertos ingredientes capaces de prevenir múltiples enfermedades. Es el más astringente y contiene elementos anticancerígenos como el polifenol. Combate el dolor de cabeza y alivia la fatiga.  

TÉ BLANCO. Es un té mínimamente procesado. El té blanco viene de delicadas yemas y hojas jóvenes de la planta Camellia sinensis, proveniente de la provincia china de Fujian.​ Estas yemas y hojas se dejan marchitar ligeramente en primer lugar, después se secan a los rayos del sol y son ligeramente procesadas para prevenir la oxidación. Esto preserva las características de su sabor. Exclusivamente compuesto por yemas plateadas (agujas de plata), también se le conoce como "el elixir de la juventud". Produce una infusión cristalina y exhala un perfume sutil y fresco a uva madura. Gracias a sus poderes antioxidantes previene el envejecimiento. Una taza de este té equivale a doce zumos de naranja en contenido de vitamina C. Muy apreciado en cosmética por sus propiedades beneficiosas para la piel.

EL TÉ ROJO. Existen tres tipos:

PU ERH. En China se denomina así por el color rojo intenso de su infusión. Actúa sobre las energías reguladoras de las funciones del cuerpo, baja el nivel de colesterol y consigue resultados sorprendentes en tratamientos de sobrepeso.

TÉ ROJO DE SURÁFRICA ‘ROOIBOS’. 100% sin cafeína, color rojo ámbar, con un sabor dulce y natural, lo que le hace ser el más indicado para los niños. Cuenta con propiedades antidepresivas similares a las de la hierba de San Juan. Por su alto contenido en minerales produce un efecto similar al de las bebidas isotónicas, ideal para deportistas.

TÉ DE FRUTOS ROJOS. Es un té negro de China al que se le añaden frutos rojos como fresas, frambuesas, cerezas y grosellas. Su caldo es rojo brillante, rico en vitamina C y muy digestivo.

jueves, 12 de noviembre de 2020

Beber café como un auténtico romano

 (Un texto de Enrique Alpañés en una de las revistas Ling de 2017 ¿…o de 2019?)

Puede que después del agua y el té, el café sea la bebida más consumida del planeta. Todos los días se beben 1.400 millones de tazas de este brebaje energético, una estadística que hay que tomar con algo de escepticismo, pero que se refuerza gracias a otra más fiable. El café es uno de los productos más exportados del mundo, se consume en todo el globo, pero solo se cultiva en medio centenar de países. Aun así, una nación que no lo cultiva es considerada la capital mundial del mismo.

Italia tiene arte, gastronomía, bonitos paisajes y una cultura del café tan desarrollada como exportada más allá de sus fronteras. Pero, pese a ello, hay varios detalles que se han perdido por el camino; vamos a intentar recopilarlos.

Los orígenes del café son difusos, pero hay cierto consenso en fijar su semilla en la zona actualmente conocida como Etiopía, llegando a Europa, a través de Venecia, con el nombre de vino árabe. En los siguientes años, África exportaría los granos de café; Italia, la ceremonia que lo rodea. "La máquina de espresso ha nacido aquí; toda la cultura del espresso, que es el método más utilizado, nace aquí, lo que hace que Italia haya obtenido —y mantenido— una posición de líder en el sector", asegura Francesco Sanapo. Este barista de 38 años ha sido reconocido como campeón italiano de cafetería en 2010, 2011 y 2013, tiene un blog sobre los secretos del café, una agenda repleta de viajes a las mejores plantaciones del mundo y una cafetería, Ditta Artigianale, que hace las delicias de los florentinos. Para él el café no es una forma de ganarse la vida, es una forma de vivirla.

Defiende Sanapo el consumo consciente del café, que no se tome "simplemente como una bebida energética", sino como lo que es, un extraño manjar.

lunes, 9 de noviembre de 2020

Nueva vida para la 'desagradable' coliflor

 (Un texto de Alejandro Toquero en el suplemento gastronómico del 19 de enero de 2019)

Algunas curiosas alternativas a la cocción tradicional de esta hortaliza de fuertes aromas.

El fuerte olor de la coliflor al cocerla le resta mucho atractivo. Los compuestos azufrados que contiene son los responsables del característico tufo de esta hortaliza, que también se transmiten a su sabor.

¿Cómo se puede evitar este problema? El cocinero del restaurante Nola Gras, Alejandro Viñal, ofrece algunos consejos que pueden resultar de mucho interés. El principal es la recomendación de no hervirla solo una vez. «Aconsejo hacer tres cocciones con agua abundante en otras tantas cacerolas; en cada una tiene que estar cinco minutos, así de sencillo, de forma que irá soltando todo el azufre y estará lista para su consumo».

Una vez hervida, Alejandro ofrece dos posibilidades: trabajarla como si fuera una nata o preparar con ella una mahonesa vegetal. Para la primera opción tan solo hay que batirla añadiendo un poco de sal. «Se puede utilizar la coliflor batida para cualquier salsa que queda muy cremosa». Por ejemplo, de piquillos o de curry.

En el caso de la mahonesa, el proceso es parecido, pero incorporando aceite hasta que tenga la textura que nos guste. Puede emplearse para aliñar unas patatas bravas o para los pescados al horno, napando por encima. Igualmente, existe la posibilidad de añadir alcaparras, anchoas, pimientos del piquillo... Al gusto.

Alejandro Viñal también sugiere algunas opciones para trabajarla en crudo, eliminando su característico olor y sabor. Utilizando un rallador de los que, por un lado, dejan el grano fino y, por el otro, algo más grueso, propone dos alternativas: «Rallando la coliflor por el primero podemos elaborar un couscous tradicional empleando un caldo base, mientras que por la parte más gruesa obtendremos granos parecidos a los del arroz».  

El paso a paso sería similar al de cualquier preparación básica con este producto: sofreír unas verduras, añadir la coliflor desmigada, rehogar y poner el caldo. «En este caso, con cinco minutos de cocción es suficiente».

FRITA Y ENCURTIDA. También se puede cortar la coliflor en ramilletes pequeños, como si fueran palomitas. Se fríen en aceite abundante a 170 grados y quedan tostadas. Por último, está la opción de cortarla en láminas finas para hacer un encurtido con azúcar, sal y vinagre, y añadir a cualquier ensalada a la que queramos dar un punto escabechado.

viernes, 6 de noviembre de 2020

Agua, la bebida 10

(Un texto de Antonio Orti en el suplemento dominical de El Periódico del 5 de agosto de 2018)

Beber agua fresca de una fuente es una experiencia única con la que ninguna otra bebida puede competir. Y el consumo diario de agua es la principal recomendación de los expertos para mantener la salud. Sin embargo, y pese al dicho "más claro que el agua", con el calor se reavivan algunos mitos que los expertos intentan sofocar.

Un ejemplo es la creencia de que empantanarse con ingentes cantidades de agua sirve para depurar el organismo, desintoxicarlo. Pero no existen pruebas científicas que sostengan que beber más agua de la necesaria suponga un beneficio extra para la salud. Es decir, no contribuye a mantener la piel más hidratada, no retrasa la aparición de las arrugas ni tampoco beneficia la función renal (salvo para prevenir la reaparición de piedras en el riñón).

Eso sí, beber menos agua de la necesaria puede provocar fatiga y dificultad para concentrarse, aunque estos síntomas sean muy poco frecuentes entre personas sanas que habitan en lugares donde resulta fácil acceder al agua. Entonces, ¿cuánta agua hay que beber? La respuesta es "depende". En realidad, no existe una recomendación formal respecto a la cantidad, pues varía en función de la persona, las características de la alimentación y el tipo de actividad llevada a cabo.

No obstante, si hay un mito que se niega a desaparecer es que hay que beber ocho vasos de agua al día, es decir, unos dos litros. "La inmensa mayoría de las personas sanas cubren de manera adecuada sus necesidades de hidratación diaria, guiándose únicamente por su sensación de sed", que debe apaciguarse con agua, afirma el dietista y nutricionista Julio Basulto. Recuerda que ninguna entidad científica reputada suscribe que haya que beber ocho vasos de agua al día.

Abel Mariné, catedrático emérito de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, señala que aunque se recomiende tomar dos litros de agua al día, esto no significa que haya que vivir pegado a un vaso, pues también los alimentos proporcionan agua: el contenido de agua varía entre el 85 y el 95% en las hortalizas frescas (como el tomate), el 80-86% de las frutas, el 80% de los pescados magros o el 75% de los huevos. También hay agua en el café, la leche, la horchata y el gazpacho, por ejemplo. O un arroz cocido puede contener entre un 70-80% de agua (las pastas tienen un 60-70%), por lo que si una persona lleva una alimentación saludable (es decir, rica en verduras y frutas y pobre en productos procesados), más de un litro de agua lo aportan los alimentos que ingiere.

"El agua posibilita el transporte de nutrientes, contribuye a la regulación de la temperatura corporal y colabora en el proceso digestivo", recalca Mariné, para remarcar su importancia. Este experto recuerda que el agua es el componente mayoritario del cuerpo humano, hasta el punto de que al nacer somos un 75% agua, mientras que a partir de los 50 años el porcentaje disminuye al 56%, en el caso de los hombres, y al 47%, en las mujeres, diferencia atribuible a que nutrir y amamantar un bebé exige más grasa corporal.

LA PELIGROSA AGUA 'CRUDA'

En EE.UU. está de moda el agua cruda (raw water), la que brota de algunos manantiales privados y no es tratada químicamente ni filtrada. "El agua sin tratar puede contener bacterias, virus y parásitos", advierte Abel Mariné. Y purines y metales pesados. Los promotores del agua viva justifican su elevado precio (unos 15 € el litro) aduciendo que no esterilizarla mantiene "los microbios saludables" del líquido, aunque ningún estudio serio respalde tal supuesta ventaja. E incluso sus defensores admiten que si no se bebe rápido, la luz solar y el calor pueden provocar que esta agua se vuelva "como la de una pecera", apuntaba The New York Post. Julio Basulto califica de "ridículo" que el agua cruda hidrate más que la del grifo o que retrase el envejecimiento, como prometen algunas empresas que la comercializan.

PARA DEPORTISTAS  

Nieves Palacios, responsable del servicio de Medicina, Endocrinología y Nutrición del Consejo Superior de Deportes, señala que un fallo frecuente de los deportistas es no hidratarse de manera adecuada. "Una forma de saber cuánta cantidad de líquido hay que beber, es pesarse antes y después de entrenar. La diferencia se aproxima al líquido perdido a través del sudor que hay que reponer", señala. Y precisa que todos los deportistas tienen que comenzar la actividad física bien hidratados. La recomendación para las personas que entrenan de forma intensa durante más de una hora es beber cada 15-20 minutos unos 200 centilitros.

¿'DETOX'?  

¿Un vaso de agua con una rodaja de pepino, un chorrito de limón y menta elimina las toxinas causadas por las comidas pesadas, el exceso de alcohol...? la idea la puso de moda en EE.UU. el doctor televisivo Mehmet Oz y la pregonan algunos famosos. El error de partida es creer que estamos intoxicados: hamburguesas o refrescos no dejan un residuo específico que pueda ser secretado. "El agua no purifica, sino que hidrata", recuerda Basulto.

3 FALSOS MITOS

Beber agua en las comidas engorda. El agua tiene 0 calorías, se tome antes, durante o al final de la comida. Un ensayo de la American Chemical Society del año 2010 concluyó que quienes bebieron dos vasos de agua de 230 mililitros justo antes de que llegara el primer plato consumieron luego entre 75 y 90 calorías menos en esa comida.

Beber agua contribuye a retener líquidos. Algunas personas con sobrepeso achacan su problema a que retienen líquidos, cuando en realidad acumulan lípidos, escrito con "p", grasas. Salvo que exista un problema renal, coronario o circulatorio, el sobrepeso y la obesidad se caracterizan por la acumulación de sólidos (tejido adiposo).

Las mujeres que amamantan deben beber más agua para producir más leche. A juicio de Basulto, "no hay pruebas suficientes para sostener esta afirmación". Para el autor de Se me hace bola o Mamá come sano (DeBolsillo), los bebes de hasta seis meses no necesitan beber agua porque la toman de la teta de sus madres o de los biberones. "A partir del sexto mes, el consejo es ofrecer agua al bebé, pero sin obligarle", dice.
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