martes, 29 de octubre de 2013

Bullabesa



(La columna de Martin Ferrand en el XLSemanal del 31 de octubre de 2010)

A Raymond Poincaré le correspondió el difícil papel de presidir la República Francesa durante la Primera Guerra Mundial. Durante el conflicto, que se llevó por delante la vida de más de ocho millones de personas -un millón y medio de franceses-, Poincaré puso en marcha una serie de acciones con la pretensión de que nunca jamás volviera a producirse un acontecimiento semejante. Entre ellas, invitó a nuestro Vicente Blasco Ibáñez, uno de los escritores más conocidos de la época en todo el mundo, a escribir una novela radicalmente antibelicista. El presidente francés y el escritor español se reunieron en París, en el Palacio de! Eliseo, para concertar los términos del encargo en un almuerzo en el que se sirvió una sopa buIIabesa (bouilIabaisse) elaborada según los cánones provenzales -con cangrejos, cigalas, congrio, morena, salmonetes... - y sin que faltara la tradicional rouille, una salsa hecha ron aceite de oliva, miga de pan, ajo, pimienta y azafrán que se unta sobre e! también indispensable pan tostado que acompaña a tan excelsa sopa de pescado. Éste fue el origen de Los cuatro jinetes del Apocalipsis, una de las novelas más vendidas en todo el mundo durante el primer tercio del siglo pasado. […]

viernes, 18 de octubre de 2013

Otros alimentos baratos y saludables



(Un artículo de Marisol Guisasola en el XLSemanal del 11 de septiembre de 2011)


Los investigadores en nutrición lo tienen claro: en su próxima compra, no deje estos alimentos fuera de su cesta. Son también sanos, económicos... y muy ricos.  

Lombarda. Una bomba de salud
Está atiborrada de vitaminas, minerales y antioxidantes saludables en extremo. Su fibra sustancial, su calcio (estupendo para los huesos) y sus ácidos omega 3 -indicados para el corazón- ayudan al funcionamiento del sistema desintoxicante natural del organismo y contribuyen a desechar los elementos responsables del cáncer, las enfermedades coronarias y otras graves dolencias. A la vez, es barata: poco más de 20 céntimos la ración por persona. Y es de muy sencilla preparación.  

Boniatos. Cosmética en la cocina
Supone un verdadero tratamiento de belleza gracias a su alta concentración de betacaroteno, el saludable antioxidante que da al boniato su intenso color y que ayuda a que nuestras células se mantengan sanas. Preñado de fibra -que ayuda a mantener la línea-y de vitaminas que aportan energía al cuerpo-, el boniato es un formidable nutriente de la piel, que neutraliza las arrugas a la vez que genera nuevas células dérmicas. Y todo por 80 céntimos la ración. 

Espinacas. Hojas de hierro
Son quizá una de las más completas verduras de hoja, muy ricas en hierro, provltamina A y vitaminas C y E, todas antioxidantes. Es también uno de los vegetales con mayor cantidad de proteínas y un alto contenido en fibra, tan buena para la salud. Por 60 céntimos la ración, ofrece a su vez muchas posibilidades de preparación: cruda, en ensaladas, o salteadas con huevo, o a la crema, o al vapor, con bechamel, con pasas, o como relleno de canelones, pasteles, pastas... 

Leche desnatada. Blanco y en botella
La leche de vaca es tan corriente que ni reparamos ya en su efectividad e importancia. Pero un solo vaso contiene nueve nutrientes esenciales de los que solemos ir cortos, como el calcio, la vitamina D y el potasio, excelente para el corazón. ¡Y todo por menos de 20 céntimos el vaso! Además de beberla fría, sin más, es idónea con el café, con cacao, cereales o para la preparación de batidos o la elaboración de púdines. La más recomendable es la desnatada. Puro beneficio con un mínimo de calorías.
Judías pintas. Grandezas de lo nimio
Bien podrían ser el mejor de los superalimentos baratos: están atiborradas de proteínas que no engordan, de fibra sustancial, de vitaminas B (que aportan energía) y de antioxidantes, estupendos para el corazón. Y la ración para una persona cuesta apenas 35 céntimos. Para variar pueden prepararse también en forma de chile con carne o en puré con caldo de pollo y cebolla y ajo salteados, para crear una sabrosa guarnición. Que su pequeño tamaño no le engañe: ofrecen grandes nutrientes y posibilidades infinitas. 

Té negro. Infusión antiarrugas
Está lleno de flavonoides, unos elementos protectores que neutralizan las partículas perniciosas para la salud conocidas como radicales libres, de forma que contribuye a preservar la salud de nuestras células. Según varios estudios, los bebedores de té tienen al envejecer menos arrugas en la piel. Caliente o helado, es posible consumir hasta seis tazas diarias. Como la bolsita cuesta siete céntimos, no resulta caro. Eso sí, reduzca al mínimo los edulcorantes para no llenar la taza de inútiles calorías. 

Mango. Puras vitaminas
Una pequeña ración aporta el 80 por ciento del consumo diario que necesitamos de vitamina C (reforzadora del sistema inmunológico), el 25 de vitamina A (en su forma antioxidante, el betacaroteno) y el siete de potasio; también tres gramos de fibra sustancial y muchísimos fenoles, unos componentes vegetales con potentes efectos antioxidantes. Y todo a cambio de 110 calorías al cuerpo. No es la fruta más barata, por ser aquí 'exótica', pero bien vale la pena. Es posible mezclarlo con yogur, hielo y una pizca de miel para crear un batido delicioso o servido en ensalada con aguacate y cebolla roja aderezada con zumo de lima. 

Copos de avena. Campeones de fibra
Están llenos de minerales esenciales como el cinc, el magnesio y el hierro (excelentes para el sistema inmunológico) y de multitud de flavonoides, antioxidantes reductores de las inflamaciones que tantas veces  causan graves enfermedades. Pero su principal aportación está en su fibra soluble, el tipo de fibra que ayuda a  eliminar el colesterol del organismo y facilita que los niveles de azúcar en la sangre aumenten con excesiva rapidez. Compre copos de avena del tipo normal y cómalos con frutas en el desayuno. También es posible utilizarlos para rebozar carnes, en sustitución del pan rallado. Pocos alimentos como estos copos aportan tanta fibra.

Sardinas en lata. El omega 3 de cada día 
Posee casi 10 gramos de grasa por cada 100 gramos de pescado, pero esa grasa es de gran calidad, muy rica en ácidos omega 3, la benéfica grasa que previene las enfermedades cardiovasculares, reduce las inflamaciones y disminuye los riesgos de cáncer. Las sardinas destacan a su vez por su alto contenido de proteínas, del 17 por ciento, y por la variedad de vitaminas (entre ellas. la B) y minerales: fósforo, calcio, magnesio, potasio, hierro, cinc y yodo. Para gozar de sus beneficios, es necesario consumir de dos a tres gramos semanales de ácidos omega 3. Basta para ello una ración de 150 gramos de sardinas u otro pescado azul, dos o veces por semana.

jueves, 17 de octubre de 2013

Sobre huevos



(Parte de un artículo de Marisol Guisasola en el XLSemanal del 11 de septiembre de 2011)

Los huevos deben llevar impreso un código. El primer número indica la forma de cría de la gallina: 

0 - Proviene de gallinas alimentadas con pienso ecológico
1 - De gallinas camperas, libres y alimentadas con pienso natural
2 – La gallina ha sido criada en matadero, hacinada horizontalmente;
3 – Ha crecido en una jaula hacinada verticalmente.

El 90% de los huevos es 3. El resto de las letras y los números aluden al país de origen y al productor registrado. Con 50 millones de gallinas y una puesta de mil millones de huevos anuales, España es el tercer mayor productor de huevos de la UE.

El color de la cáscara se debe a la raza de la gallina, y el de la yema, a lo que come. Las gallinas alimentadas con trigo y cebada tienen la yema más clara que las que comen maíz. Y los huevos ricos en omega3 y carotenoides suelen tener la yema más oscura.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Cuestión de huevos



(Un artículo de Marisol Guisasola en el XLSemanal del 11 de septiembre de 2011)

Simboliza la fertilidad y tiene la belleza sensual de los objetos redondos. Y, sobre todo, es la forma más barata de proteína de alta calidad: un huevo cuesta entre 0,13 y 0,25 euros, pero su aporte vale oro. Tanto que es el patrón por el que se mide la calidad del resto de las proteínas que ingerimos. Con tantas y tan buenas propiedades como las que el huevo cuenta, es curioso que lo tengamos un tanto olvidado en nuestras mesas en perjuicio de nuestra propia salud y, aun más -en épocas de estrechez como esta-, de nuestro bolsillo. Y es que, según los últimos registros, el consumo de huevos en España ha caído desde las 274 unidades anuales por persona que registrábamos en 2000 a las 177 de 2009. ¡Casi cien huevos menos por persona al año! ¿Qué ha pasado? 

Parte de este descenso se debe a una injusta mala fama que se le hizo al huevo durante varios años, sobre todo en lo referente al dichoso colesterol (unos 210 mg por huevo). Así, durante mucho tiempo, nos hemos privado de comerlo, y ahora resulta que el culpable de las altas tasas de colesterol en sangre no es el colesterol de los alimentos, sino otros tres enemigos que reducir, si no eliminar, de nuestra dieta: las grasas trans -las grasas vegetales hidrogenadas, presentes en muchos productos procesados-, las grasas saturadas de los alimentos de origen animal -como las carnes y embutidos grasos, el tocino, la mantequilla, la nata...- e incluso, como se ha demostrado recientemente, los hidratos de carbono refinados consumidos en exceso. ¿El huevo? Libre de cargos, lo cual tampoco nos habilita a pasarnos en su consumo, pero sí a comerlos racionalmente sin tanta culpa.

Pero hay más. Para los que gustan de esta fuente proteica inigualable, las buenas noticias no acaban aquí. […] un estudio de la Universidad de Alberta comprobaba que los huevos contienen antioxidantes que pueden ayudar a prevenir la enfermedad cardiovascular y el cáncer. Los expertos estudiaron yemas precedentes de huevos de gallinas alimentadas con trigo o con maíz. Comprobaron que ambas contenían dos aminoácidos -triptófano y tirosina- con altas propiedades antioxidantes. Tras analizarlas, determinaron que dos yemas crudas contienen el doble de propiedades antioxidantes que una manzana cruda y las mismas que 25 gramos de arándanos, considerada la fruta más rica en antioxidantes.
«Si bien fritos o cocidos las propiedades antioxidantes se reducen a la mitad - se reducen aún más si se hacen en microondas-, siguen equiparándose a las de una manzana», señala Jianping Wu, que ha dirigido el estudio, publicado en Food Chemistry. «El descubrimiento de estos dos aminoácidos puede ser solo el principio de una larga lista -añade Wu-. De hecho, ya hemos empezado a investigar también los péptidos y carotenoides (el pigmento anaranjado también presente en la calabaza o las zanahorias) de las yemas». 

En un estudio anterior, los expertos de la Universidad de Alberta comprobaron que las enzimas digestivas convierten las proteínas del huevo en péptidos que actúan como los inhibidores ACE, fármacos para la hipertensión. 

En tanto, el debate en torno al colesterol continúa. La American Heart Association (AHA) no señala un límite de huevos al día, siempre que no se superen los 300 mg de colesterol diarios (200 mg si se tiene riesgo cardiovascular). 

Cada vez más investigadores creen, sin embargo, que las guías de la AHA son demasiado restrictivas y que el límite debería aumentarse, quizá hasta los 500 mg al día. Expertos de otros países, como Canadá o el Reino Unido, no señalan límites al consumo de colesterol y dicen que no hay suficientes pruebas que demuestren el impacto del colesterol de la dieta en el colesterol sanguíneo. De ahí lo 'malo' de privarnos más de la cuenta de un alimento con un perfil alimentario incomparable. 

Un huevo grande contiene 6 g de proteína de alta calidad (en la clara y la yema). La yema, a su vez, es buena fuente de cinc, hierro, vitaminas A y del grupo B (incluido el folato). Además, contiene luteína, zeaxantina -ambas mantienen la salud ocular y reducen el riesgo de degeneración macular asociada a la edad - y colina, un nutriente esencial para el desarrollo cerebral del feto y que se asocia a mejor rendimiento mental. Y los huevos de gallinas criadas ecológicamente y en libertad contienen más luteína, vitamina E y grasas omega 3 (aunque mucho menos que los pescados azules). «Aún no está todo dicho acerca del huevo -remata Jianping Wu-. Es sin duda uno de los alimentos más redondos diseñados por la naturaleza».

sábado, 12 de octubre de 2013

Caracoles



(La columna de Martín Ferrand en el XLSemanal del 16 de mayo de 2010)

Antes de que el Vesubio, en el año 79 de nuestra era, cubriese de lava y ceniza la ciudad de Pompeya, allí estaba instalada una extraña granja en la que un patricio, Fulvius Harpinius, criaba caracoles como los que, aquí y ahora, llamamos 'de viña'. Es tal la cantidad de conchas del gasterópodo que han encontrado los arqueólogos que puede deducirse que se trataba de una industria próspera y de gran producción. Los romanos, especialmente a partir de que Apicio los consagrara en una de sus históricas recetas, apreciaban los caracoles y pagaban por ello un buen precio.

En la actualidad, los caracoles a la borgoñona son un consumo cuasi religioso en donde su nombre indica y, un poco más al sur, Paco Gandía (San Francisco, 2, Pinoso, Alicante) elabora con arroz y conejo, en paella, una variedad plana y de secano que realmente resulta para chuparse los dedos. Pero donde a mayor gozo me han llevado los caracoles fue, hace sólo unos días, en EIs Tinars (carretera de Sant Feliú a Gerona, km 7,2, Llagostera, Gerona). El restaurante es verdaderamente interesante. La vieja casa de comidas en la que, hace muchos años, probé los mejores macarrones gratinados de mi vida ha evolucionado y un joven Marc Garcons, bien secundado en la sala por su hermana, renueva con moderación y talento la obra de sus padres. Los caracoles a la llauna son testimonio de ello. Alcanzan la exquisitez. Ni muchas casas ni muchos platos permiten la rotunda expresión Porque mientras algunos tratan de convertir la mesa en mero espectáculo, otros olvidan la función principal del cocinero.
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