(Un texto de A. Paris en la revista Mujer de Hoy del 30 de noviembre de 2019)
No solo lo que pones en tu plato cada día repercute en tu salud. Zumos, infusiones y bebidas fermentadas también pueden ayudarte a recuperar las defensas, mejorar la capacidad de concentración, cuidar la flora intestinal y hasta aliviar el dolor articular.
Té de jengibre. Contra las náuseas
Las infusiones de jengibre se pueden emplear para calmar las náuseas y los vómitos, incluso cuando la causa que las provoca es un embarazo. Su éxito reside en que sus fitoquímicos ayudan a vaciar el estómago antes de que se produzca la tragedia.
Manual de uso. Si las náuseas no te dejan vivir, necesitas 1.000 mg diarios de jengibre para calmar tu estómago, lo que equivale a cuatro tazas de infusión al día. Para cada taza de té necesitas 85 g de raíz de jengibre, agua, miel (poca, para no agravar las molestias) y una rodajita de limón (opcional). Coloca el jengibre cortado en rodajas finas en un cazo con tres tazas de agua y hierve a fuego lento 15 minutos. Pasado ese tiempo, déjalo reposar cinco minutos tapado con un paño limpio antes de echar el líquido en la taza. Endulza, añade el limón y ya lo tienes listo para beber, frío o caliente.
Cúrcuma latte. Para los dolores articulares
En India se conoce como haldi doodh y contiene la especia de moda: la cúrcuma. Según un estudio publicado en el Journal of Alternative and Complementary Medicine, tomar 2 g de cúrcuma al día durante seis semanas es igual de eficaz que tomar 800 mg de ibuprofeno en casos de osteoartitis de rodilla.
Manual de uso. Para hacer un cúrcuma latte, pon en un cazo dos tazas de leche y, cuando esté un poco tibia, agrega una cucharadita de cúrcuma en polvo. Añade especias, como cardamomo verde triturado, canela y unos granos de pimienta que ayudarán a absorber mejor las propiedades de la cúrcuma. Antes de que hierva la leche, agrega un edulcorante sin calorías, remueve y deja al fuego cinco minutos más. Déjalo reposar y cuela antes de servir templado. Toma dos tazas al día.
Café. ¿Quieres vivir más y mejor?
El café aporta sustancias con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que actúan en sinergia con un resultado espectacular: reducir la mortalidad. Así lo comprobó un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red de Obesidad y Nutrición, tras estudiar la dieta de 20.000 personas durante 10 años.
Manual de uso. Da igual que sea de máquina, soluble, con cafeína o descafeinado: lo importante es beber café, especialmente a partir de los 55 años. Los beneficios que reportó el estudio se hacían notar con una taza al día... pero eran mayores si se tomaban de cuatro a seis (puede ser descafeinado). Y si además quieres concentrarte mejor, el modo de prepararlo influye en el contenido final de cafeína: 200 ml de café arábica filtrado aportan 130 mg de cafeína, mientras que un expreso, unos 80.
Té kombucha. Pon tu intestino a punto
La kombucha es una bebida realizada a base de té azucarado y fermentado con una colonia de levaduras y bacterias probióticas. Eso sí, no es una bebida recomendada para personas con problemas hepáticos, renales o inmunodeprimidos.
Manual de uso. Una cura de dos vasos al día de kombucha durante un par de semanas pone a punto el intestino. Si compras la kombucha ya hecha, vigila que no esté pasteurizada. Para hacerla en casa debes conseguir un “hongo madre” y extremar las precauciones, ya que se han dado casos en los que se ha contaminado de bacterias peligrosas. La receta es sencilla: infusiona 5 g de té, añade 60 g de panela y un litro de agua hirviendo e infusiona 20 minutos. Filtra y deja que se enfríe en un tarro. Añade el hongo y mantén cerrado una semana. Fíltralo antes de servir.
Té matcha. Gana calma y concentración
El té matcha no solo es más rico en antioxidantes que cualquier otro té (una taza contiene la misma cantidad de estas sustancias que 10 de té verde tradicional), sino que además contiene L-teanina, un aminoácido capaz de llegar al cerebro y estimular el buen humor y la capacidad de concentración.
Manual de uso. Tienes que beber un par de tazas al día durante una semana para notar los efectos en tu mente. Eso sí, aléjalas de las comidas principales del día, porque puede interferir en la asimilación del hierro de los alimentos. Para hacer la taza de té perfecta, echa en un bol precalentado y seco 1 g de polvo de té matcha. Añade apenas unas gotas de agua a 70 ºC y remueve con un batidor de bambú hasta obtener espuma. Entonces añade más agua, hasta la mitad del bol y bate de nuevo antes de beberlo.
Zumo de arándanos. Lucha contra la cistitis
El zumo de arándanos es un clásico contra las infecciones urinarias desde hace casi una década, cuando el Instituto Politécnico de Worcester (EE.UU.) demostró que las sustancias que contenía este jugo evitan que la bacteria Escherichia coli se adhiera a las paredes del tracto urinario. Ahora al poder anticistitis del arándano está a punto de añadirse el poder anticolesterol. Una nueva bebida probiótica de arándanos, creada por investigadores de la Universidad de Vigo, ha demostrado en estudios in vitro la capacidad de reducir el colesterol hasta un 67%.
Manual de uso. Si eres propensa a las infecciones de orina, toma dos vasos de este zumo al día (si es casero y sin azúcar, mejor). Eso debería garantizar que ingieres los 36 mg de proantocianidinas que necesitas para reforzar tus defensas en esa zona.
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