(Leído en el suplemento dominical de El País de hace la tira de tiempo)
Todos los tipos de té se obtienen de las mismas hojas, pero su variedad depende de los distintos procesos a los que son sometidas y su grado de fermentación. El color, salvo en el caso del té rojo, no se manifiesta en la infusión.
TÉ AMARILLO. Se obtiene parando el proceso entre el té blanco y el té verde, es el gran desconocido y el más preciado. Llamado también "el té de las cinco dinastías". En su origen sólo estaba destinado al consumo de los emperadores. Es un té ligero y dulce. Su licor es del color del jade. Mejora las defensas del organismo y es rico en vitaminas y minerales. Conserva todas sus propiedades gracias a que sus brotes apenas tienen que ser sometidos a procesos para obtenerlos.
TÉ VERDE. Retiene su color natural, ya que no está fermentado. Su perfume es delicado y refrescante. Al añadir té verde al agua, las defensas antioxidantes se multiplican, es aún más potente que la vitamina C y ayuda a retrasar el envejecimiento celular. Es diurético y da resultados sorprendentes en la eliminación de impurezas de la piel, mejorando su elasticidad. Su alto contenido en vitamina B12 ayuda a mantener el cabello y las uñas sanos.
TÉ AZUL. "El té marino" se consigue parando el proceso entre el té verde y el té negro. Está compuesto por algas pardas sobre una base de té azul wulong. Su gusto está a medio camino entre el dulzor del té verde y el amargor del té negro. Es el más digestivo de todos y se le atribuye el poder de disolver las grasas, por lo que.es muy eficaz contra la obesidad. También contiene propiedades tónicas y es rico en calcio, hierro, yodo y magnesio.
TÉ NEGRO. Es el más conocido y el de mayor consumo. Su gusto es fuerte y profundo. En líneas generales suele ser amargo, pero existen tés negros, como el darjeeling, cuyo sabor recuerda las frutas maduras. Es un té fermentado y tiene un índice de teína más elevado que el resto de los tés. Pruebas clínicas científicas han comprobado que el té posee ciertos ingredientes capaces de prevenir múltiples enfermedades. Es el más astringente y contiene elementos anticancerígenos como el polifenol. Combate el dolor de cabeza y alivia la fatiga.
TÉ BLANCO. Es un té mínimamente procesado. El té blanco viene de delicadas yemas y hojas jóvenes de la planta Camellia sinensis, proveniente de la provincia china de Fujian. Estas yemas y hojas se dejan marchitar ligeramente en primer lugar, después se secan a los rayos del sol y son ligeramente procesadas para prevenir la oxidación. Esto preserva las características de su sabor. Exclusivamente compuesto por yemas plateadas (agujas de plata), también se le conoce como "el elixir de la juventud". Produce una infusión cristalina y exhala un perfume sutil y fresco a uva madura. Gracias a sus poderes antioxidantes previene el envejecimiento. Una taza de este té equivale a doce zumos de naranja en contenido de vitamina C. Muy apreciado en cosmética por sus propiedades beneficiosas para la piel.
EL TÉ ROJO. Existen tres tipos:
PU ERH. En China se denomina así por el color rojo intenso de su infusión. Actúa sobre las energías reguladoras de las funciones del cuerpo, baja el nivel de colesterol y consigue resultados sorprendentes en tratamientos de sobrepeso.
TÉ ROJO DE SURÁFRICA ‘ROOIBOS’. 100% sin cafeína, color rojo ámbar, con un sabor dulce y natural, lo que le hace ser el más indicado para los niños. Cuenta con propiedades antidepresivas similares a las de la hierba de San Juan. Por su alto contenido en minerales produce un efecto similar al de las bebidas isotónicas, ideal para deportistas.
TÉ DE FRUTOS ROJOS. Es un té negro de China al que se le añaden frutos rojos como fresas, frambuesas, cerezas y grosellas. Su caldo es rojo brillante, rico en vitamina C y muy digestivo.
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