(Un texto de Magda Carlas en el suplemento dominical de El Periódico de Aragón del 29 de septiembre de 2019)
Es cierto que comer de forma equilibrada implica, entre otras cosas, ser moderado en ciertos tipos de alimentos. Eso no quiere decir que para comer bien una persona sana tenga que renunciar forzosamente a todo lo que le apetece. Actualmente hay tanta sobreinformación al respecto y tantas tendencias no siempre avaladas por la ciencia que fácil-mente podemos sacrificarnos. Hay alimentos que normalmente se consideran caprichos poco sanos que no sólo están permitidos, sino que tienen sus ventajas nutricionales. Claro, siempre que la dosis sea la adecuada.
ACEITUNAS: Son un clásico del aperitivo o del picoteo
y están absolutamente demonizadas. A menudo se olvida que tienen buenas dosis
de fibra, vitamina E y grasas monoinsaturadas y que tienen mucha menos energía
de la que se cree (120-160 kcal/100 g). Entre 20 y 30 gramos de aceitunas —que
son bastantes— no superan las 50 kcal. Por supuesto no es la elección más
adecuada para quien tenga que controlar el sodio de la dieta.
MANTEQUILLA: Es la grasa obtenida de la leche y, al igual que la mayoría de las margarinas, aporta unas 700 kcal/100 g. En su composición destacan las grasas saturadas, pero también una dosis muy interesante de vitamina A y vitamina D. De ahí que la clásica tostada con un poco de mantequilla no sea ningún sacrilegio, como algunos creen. La clave es cuidar la dosis.
CHOCOLATE: Un chocolate de calidad rico en cacao (más
del 60%) aporta entre otros nutrientes calcio, magnesio, feniletilamina y
antioxidantes. Tiene un suave efecto estimulante y un sabor único. Además, la
grasa del cacao es cardiosaludable. El único problema es su energía. De ahí que
no se recomiende más de 20-25 gramos al día.
CAFÉ: Se ha dicho mucho y no siempre bueno del café, pero en realidad nunca se ha podido demostrar que sea pernicioso a dosis moderadas. Es más, incluso hay estudios que indican que su consumo tiene efectos positivos sobre nuestro organismo. Vaya, que no hay que renunciar a esta sabrosa y estimulante bebida. Sólo no hay que abusar:
PIPAS: Son en realidad semillas de girasol y un buen compendio de nutrientes. Entre ellos vitamina E, fibra, calcio, magnesio, grasas poliinsaturadas... Además, tienen la ventaja de que requieren un pelado exhaustivo y pausado. Es el picoteo ideal para comedores compulsivas. Ideal: con cáscara y sin sal. Eso sí: 560 kcal/100 g.
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