(Un texto de Ana Durá en elconfidencial.com del 28 de septiembre de 2018)
Empieza a asomar por todos los supermercados y tiendas. Quizás te haya llamado la atención esta
hortaliza cuya lista de beneficios es capaz de dejar a su primo a la altura del betún.
Para cualquiera que ame las modas alimenticias, el bimi no puede faltar en su repertorio junto al aguacate, el jengibre, el kale o la cúrcuma. Lo cierto es que tiempo atrás acogieron al brócoli con entusiasmo, pues venía de familia de abolengo: las crucíferas. Una estirpe de alimentos con un importante poder anticancerígeno. Sin embargo, dado que va perdiendo brío la pasión inicial por el brócoli (que ya reemplazó a la olvidada coliflor), toca renovar el entusiasmo y he aquí que llega el bimi, el cual luce sobradas virtudes para enamorarnos (nutricionalmente hablando) de él.
Estamos ante un híbrido natural entre el brócoli convencional y el brócoli chino o kai-lan que promete cantidades ingentes de vitamina C. En concreto, un 20% más que el brócoli, que ya andaba bastante surtido de esta vitamina. Pero ¿qué es lo que pasa con el bimi?
El bimi, japonés y saludable
Este producto es fruto de las investigaciones de Sakata Seed, una empresa japonesa especializada desde hace más de 100 años en la producción de semillas para la agricultura. La intención de esta compañía era dar con un producto que, sin perder las propiedades del brócoli, mejorara su sabor y su aspecto. Los científicos trabajaron durante años en ello, pero no fue hasta que se optó por mezclar de forma natural el brócoli y la col china kai-lan cuando dieron en el clavo y obtuvieron esta exitosa hortaliza.
El bimi, broccolini, tenderstem o bella verde tiene nombres para aburrir. ¿Y por qué tanta abundancia de denominaciones? Pues porque con posterioridad a su desarrollo, otras compañías incorporaron variedades de este híbrido y las registraron bajo diversos nombres: Bellaverde (Semini Vegetables Seed), Broccolini (Mann Packaging Company), Tenderstem (Mark and Spencer Plc.)...
Esta verdura comenzó su camino al estrellato en Japón, en 1993, donde goza de gran popularidad. Después aterrizó en el Reino Unido, un país con gran afición al consumo de brócoli y donde ha recibido una aceptación mayúscula. Además, tienen la suerte de contar con cultivos en el país, aunque se produce en toda Europa. Ahora prueba fortuna con España y, por supuesto, empieza a cultivarse con profusión en Murcia, Granada, Albacete y en zonas de Tarragona, con temporadas que se extienden de octubre a junio o julio.
Entre un espárrago y un brócoli
Quizás ya nos hayamos topado con el bimi en algún supermercado, pues es imposible no darse de bruces con estos largos y estilizados tallos con apariencia entre espárrago y el típico florete del brócoli. Así, el plantel de supermercados empeñados en que no nos falte bimi en nuestra vida es considerable: Consum, El Corte Inglés, Carrefour, Eroski, Mercadona, Ahorramás, Casa Ametller, Alcampo, Sánchez Romero, Gadisa…
Además, según informan en la web del bimi (pues tiene una página web para dar a conocer sus talentos, bimi.es), tiene intenciones de ir asentándose en mercados y fruterías de proximidad. Por lo tanto, es fácil hacerse con esta verdura con apariencia de tallo largo, estrecho y tierno que se asemeja a un espárrago en cuyo extremo se encuentra el florete. En cuanto a su sabor, se distingue por ser suave, dulce e incluso podemos consumirla cruda.
Al igual que el brócoli, si optamos por cocinarla, debemos vigilar el punto de cocción, que debe ser corto a fin de mantener intactas sus propiedades y disfrutar de su textura ‘al dente’ que tantos valoran.
Todo lo que el bimi puede hacer por nuestra salud
El bimi convence porque aporta más zinc, ácido fólico, antioxidantes y vitamina C que los espárragos verdes, el brócoli tradicional, la col rizada y las espinacas. Además, es un producto en el que abundan los glucosinolatos, un agente anticancerígeno propio de las brásicas. También podemos encontrar sinigrina, que fomenta la eliminación de las células precancerosas. Incluso ciertos estudios coinciden en asegurar que el bimi ayuda a prevenir los cánceres de estómago, colon y pulmón.
Asimismo, los compuestos bioactivos de esta verdura retrasan la oxidación de las células y pueden reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y degenerativas. Una razón más que puntúa, y mucho, a favor del bimi es que inhibe la acción de la Helicobacter pylori, una bacteria responsable del desarrollo de úlceras estomacales.
Sin embargo, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), aunque no niegan el carácter saludable de esta verdura, sí que nos recomiendan que no nos excedamos con nuestro entusiasmo. Según explican en la web de este organismo, es evidente que estamos ante un producto de “interesantes propiedades nutricionales, pero no es un alimento milagroso ni indispensable en la dieta (ninguno lo es)”. Así, una de las objeciones a su consumo es su alto precio, pues un kilo de bimi cuesta alrededor de 7,16 euros, mientras que uno de brócoli ronda los 2,49 euros el kilo. Ante este panorama, los responsables de la OCU instan a consumir las frutas y verduras que están de temporada, que no tienen nada que envidar al estiloso bimi.
No obstante, a día de hoy, y especialmente desde su debut en Mercadona [el verano de 2018], esta hortaliza se ha convertido en un superventas cuya fama pica la curiosidad de muchos que se animan, por lo tanto, a rascarse el bolsillo.
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