(Textos recopilados de muchas fuentes, incluyendo el Heraldo
de Aragón y el suplemento del Periódico de Aragón, entre otros. No es exhaustivo porque sería imposible)
Las uvas, los cotillones, las prendas interiores rojas, el
anillo en el champán y los matasuegras son algunos de los elementos típicos de
la noche de fin de año en España. En el
resto del mundo, existen otras costumbres para despedir el año y dar la bienvenida
a otro nuevo tanto en el ámbito gastronómico como en el de
ocio.
Alemania
Dejan sobras en el plato hasta medianoche
Ritual bleigessen: predicciones del futuro con una barra de
plomo
Fiesta en la puerta de Brandeburgo
Argentina
Queman muñecos para eliminar las vibraciones negativas.
Comen vitel toné (la versión local del italiano vitello
tonatto).
Austria - Augurios en figuritas fundidas
Los austriacos acostumbran a pasar la noche de San Silvestre en casa, con familia y amigos, disfrutando de platos de carne de cerdo, especialmente de la cabeza del animal, de los que se dice que traen suerte. Tras la cena, se funden figuras de plomo al calor de una vela. Cuando la figurita ha perdido su forma original, se arroja a un cubo de agua fría para que recupere consistencia y, según la nueva forma que adopte, se predicen los augurios para el futuro. Además, escuchan las campanadas de la Pummerin, campana principal de la catedral de Viena y bailan, claro, El Danubio azul.
Brasil
Ponen velas en la arena
Lanzan barcos y regalos; si se los lleva el mar, simboliza
buena suerte.
China - Pescado y abundancia
El Fin de Año en el país más poblado del mundo se rige por el calendario lunar y, por tanto, no coincide con el 31 de diciembre. Sus celebraciones se enmarcan en un festival que dura 16 días durante el cual, preferentemente, se consume pescado de mar o de río. El motivo es que, en mandarín, la palabra pez, suena como sobra, y al pueblo chino le gusta llegar a Fin de Año habiendo conseguido ahorrar algo, un símbolo de abundancia para el año que empieza. Para ayudar en ese cometido, la lechuga, que simboliza la buena suerte, sirve como envoltorio de mucho alimentos.
Dinamarca - Rompiendo platos
En el más meridional de los países nórdicos no hay una cena característica para Fin de Año, aunque se suelen preparar platos con bacalao. Pero, en cambio, sí hay una tradición muy arraigada: la de romper los platos tras el ágape. Antiguamente, se solía romper esa parte de la vajilla contra la puerta de los seres queridos, lo que era un modo de demostrarles cariño y desearles lo mejor para el nuevo año. Hoy acostumbra a hacerse en cada casa y, si hay muchos platos rotos, es que contamos con muchos amigos que nos aprecian.
Escocia
Hogmanay: quema de barriles para eliminar obstáculos
Basan su año en la apariencia de la primera persona que
entre por la puerta
Grecia
Una tradición de la religión ortodoxa griega es cortar la vasilópita o
tarta de San Basilio en la medianoche de Fin de Año. Se marca con un
cuchillo la señal de la cruz sobre este pan dulce y se corta en tantos
trozos como miembros tenga la familia, repartiéndolos a cada uno de
mayor a menor. Quien tenga la fortuna de encontrar, en su porción, la
moneda escondida en el bizcocho tendrá un año repleto de buena suerte.
Italia
Si hay un plato indispensable en el Cenone di San Silvestro en Italia es, sin duda, el cotechino e lenticchie.
Se prepara llenando con carne la tripa del cerdo, condimentándola con
especias (el cotechino es un embutido originario
de Módena) y acompañándola de lentejas cocidas o crudas en ensalada. Es
precisamente el hecho de consumir esta legumbre lo que se asocia, en el
país transalpino, a la suerte venidera.
Eliminan los muebles viejos o tiran platos por la ventana.
Eliminan los muebles viejos o tiran platos por la ventana.
Japón - Fideos para una larga vida
La víspera de Año Nuevo, en el País del Sol Naciente, la tradición
culinaria se remonta a más de cuatro siglos: el toshikoshi soba, cuya
traducción sería “fideo que cruza el año”. Hay dos explicaciones
populares para esta costumbre. La primera es que comer estos fideos deja
atrás las dificultades del año porque se cortan fácilmente al comer. La
segunda dice que, dado que son fideos hechos con trigo sarraceno,
planta muy resistente al clima severo, ingerirlos en esta fecha
simboliza una larga vida.
Noruega
Aguardiente y gachas de arroz (esconden una almendra que
significa éxito)
Las familias tiran fuegos artificiales
Los niños esperan regalos de una cabra
Perú - Chocolate caliente en verano
No hay un plato especial para el cambio de año en el país andino,
aunque los favoritos son el pavo o el cerdo al horno con ensaladas y
arroz. Pero, en cambio, sí es mayoritario tomar panettone con chocolate
caliente como postre, tanto en Nochevieja como durante todas las fiestas
navideñas, algo que llama la atención al estar en pleno verano del
hemisferio sur. También lo hacen en Ecuador. Pero resulta que Perú es el segundo consumidor mundial
de panetón, como allí se denomina. Durante esas fiestas, cada familia
devora más de cinco de esos dulces de origen italiano.
Polonia
Al igual que en algunos estados federados de Alemania, la costumbre
polaca es servir, como aperitivo, arenques en escabeche con cebolla y
aceite de oliva. Cuanto mayor sea el consumo de este pescado (desalado),
mayor será la fortuna en el año entrante. Asimismo, se suele preparar
una gran fondue con distintos tipos de carne.
Portugal
En este país la cena de Nochevieja acostumbra a basarse en pavo, mariscos, el tradicional bacalao con patatas o, en la zona de Oporto, el pulpo a la brasa. Lo más característico, no obstante, es que también acompañan las campanadas de las doce con uvas, pero, en este caso, son pasas.
Rusia - Cenizas en el champán
En Rusia, el Año Nuevo se celebra el 1 de enero desde 1699 por una orden de Pedro I, que cambió la tradición agrícola de celebrarlo el primero de marzo. Mucho más moderna es la costumbre actual, muy extendida, de pensar un deseo mientras suenan las campanadas de fin de año, escribirlo en un papel, quemarlo y verter las cenizas en una copa de champán, para beberlo luego. Así, afirman, los deseos se cumplen.
Venezuela
La hallaca es una base de harina de maíz con un relleno de
guiso de ternera, pollo y cerdo. Como decoración se usan alcaparras, aceitunas,
pasas, pimiento y cebolla. Algunas variantes regionales incluyen patata,
huevos, zanahoria y garbanzos.
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