(Un
texto publicado en el suplemento económico del Heraldo de Aragón del 6 de
febrero de 2011)
Un estudio científico ha
demostrado que Popeye tenía razón al jactarse de que su fuerza le venía de las
espinacas. El famoso marinero, personaje de películas de dibujos animados,
engullía el contenido de un bote de espinacas cada vez que tenía que emplear
sus músculos para salir de un aprieto. Ahora, los investigadores han
descubierto que comer un plato de espinacas diariamente aumenta realmente la
eficiencia muscular. El consumo de 300 gramos de espinacas reduce un 5% la
cantidad de oxígeno necesaria para el funcionamiento de los músculos cuando se
hace ejercicio, según un estudio publicado en 'Cell Metabolism',
El secreto no está en el hierro
sino en los nitratos, muy abundantes en esa hortaliza y que vuelven más eficientes
las mitocondrias, que son las que dan energía a las células, «Es como si
pusiéramos combustible en los músculos. Hace que funcionen con mucha mayor suavidad
y eficacia», afirma el autor del estudio, el doctor Eddie Weitzberg, del
Instituto Karolinska, de Estocolmo. El científico dio a un grupo de voluntarios
durante tres días suplementos puros de nitratos, equivalentes a un plato de
espinacas. Al comienzo y al final del experimento les hizo pedalear en una
bicicleta estática mientras se medía su consumo de oxígeno, que fue entre un 3
y un 5% menor al final del mismo. Conclusión: Popeye tenía razón
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