(Un texto en el Heraldo de Aragón del 13 de abril de 2019)
La práctica de deportes en plena naturaleza,
monumentos artísticos, actividades para toda la familia...
Las posibilidades que ofrece el Pirineo bearnés son infinitas. No
obstante, una de las señas de identidad que mejor definen a la zona es su
gastronomía rica y variada, un elemento que atrae a miles de visitantes cada año,
ávidos de probar los productos más emblemáticos de esta región histórica
francesa.
Peregrinos y todo tipo de viajeros recorren sus
apacibles campiñas, desde el corazón del Béarn hasta Vic-Bilh, y sus pasos les
llevan de los viñedos a las bodegas, de
las salinas a los huertos; de las bastidas a los castillos, de los encuentros a
las visitas a productores. Una forma original de disfrutar, aprender y
relajarse al mismo tiempo. Como platos principales, se puede elegir entre los
tentadores 'poule au pot' (gallina al puchero) o 'garbure' (sopa de col con
hortalizas), los imprescindibles gastronómicos de la región. El menú continúa
con clásicos como el queso de oveja artesanal del Béarn, el área que más
alimentos de este tipo produce en el país. Y, para poner la guinda a la comida,
qué mejor que postres como el 'pommier' de Lesear, un delicioso pastel de
hojaldre, dulce de manzana, crema y caramelo; o el 'russe' de Oloron-Sainte-Marie,
similar al pastel ruso.
EL MEJOR ACOMPAÑAMIENTO
Otro de los productos más representativos de la
región es el vino. Las denominaciones de origen de Jurançon (al sur) y Madiran
(al norte) constituyen los principales ejemplos de que el Pirineo bearnés es un
destino enoturístico. Una tierra con amplias superficies de viñedos y con
bodegas que pueden visitarse a lo largo de todo el año y donde se pueden
conocer con detalle los procesos de elaboración de este producto, ideal para acompañar
los platos típicos de la zona. Se da la circunstancia de que el territorio es
también el segundo productor de foie gras de Francia, lo que convierte a este producto
culinario en uno de los más famosos del país, además de maridar de forma ideal con
variedades como el Jurançon seco o dulce. Otras propuestas como el Madiran
tinto combinan perfectamente con platos como el cordero lechal de los Pirineos
o la vaca rubia de Aquitania, mientras que el
Pacherenc lo hace con las truchas y salmones que se pescan en el entorno.
LOS RECORRIDOS DE LA ZONA
Su clima suave, su interesante cultura ancestral y
el amor por el trabajo bien hecho de sus gentes hacen que la región sea de
obligada visita para los amantes de la gastronomía, la historia y la
naturaleza. Una de las visitas a bodegas que más éxito cosecha entre los
visitantes es la que se enmarca en 'Soupçons en Jurançon' (sospechas en Jurançon),
un concepto a través del cual se llevan a cabo estos recorridos guiados de una
manera divertida mediante diversos desafíos e investigaciones, un método muy
útil para que pequeños y mayores pasen una emocionante jornada a la vez que conocen
la historia. Asimismo, también caben destacar en este sentido las visitas a las
bodegas de Gan o Crouseilles, en las que se narra su historia y se ofrecen exquisitas
degustaciones, todo ello alrededor de una de las tradiciones más
características de este territorio francés.
Otro atractivo plan, en este caso para los más
golosos, es pasar por la célebre tienda de chocolates Lindt en
Oloron-Sainte-Marie, que dispone de multitud de variedades y ofertas y que se
halla en un edificio espectacular. Los visitantes que estén interesados en
estas actividades, pueden encontrar más información en las oficinas de turismo del
Béarn o a través de la web www.pirineospyrenees.com.
Bodega de Gan
El viñedo de Jurançon se extiende por 25 municipios, frente
a la sierra pirenaica. El clima serrano y oceánico proporciona aromas únicos a
variedades como el 'petit et gros manseng', mientras que el viento del sur confiere
su principal característica a la Denominación de Origen Jurançon, pues
deshidrata la uva y concentra los aromas. Bodegas como la de Gan constituyen un
ejemplo único para conocer una de las tradiciones más características de la
zona. Allí se pueden observar procesos como la fabricación del vino o el
embotellado, además de realizar la visita a la espléndida bodega de envejecimiento
semienterrada con su mosaico galorromano del siglo IV, un recorrido que también
está disponible en español, en el que se relata con detalle la historia del
lugar y donde se ofrecen degustaciones.
Halles de Pau
La ciudad francesa de Pau, hermanada con la capital
aragonesa, ofrece multitud de rincones encantadores y atractivos para el
visitante. Uno de los más destacados es Les Halles, su mercado cubierto, el
cual está provisto de puestos en los que se pueden adquirir los productos más característicos
de la gastronomía de la región. Un ambiente agradable y una gran variedad de interesantes
artículos (queso, vino, frutas, legumbres…) conforman la oferta de este emplazamiento,
cuya construcción goza de un estilo arquitectónico innovador al tratarse de un entorno
histórico renovado y donde se llevan a cabo catas, actuaciones musicales y
exposiciones fotográficas, entre otros muchos actos.
La ciudad de la sal
La historia de Salies-de-Béarn, conocida como 'la ciudad
de la sal', se remonta a la Edad Antigua y ha estado siempre muy vinculada a
este componente. Durante muchos siglos, la distribución del agua salada marcó
el ritmo de vida de sus habitantes y jugó un papel clave en la arquitectura
de la urbe, que adoptó una configuración en espiral a partir del punto donde se
encuentra la actual place du Bayaà y donde estaba el manantial salado original.
Las Salinas de Salies-de-Béarn son las únicas que todavía utilizan la técnica
de las sartenes de evaporación a cielo abierto, una práctica antigua pero que
es muy respetuosa con el producto. Asimismo, su sal es muy apreciada por los mejores
cocineros del mundo gracias a, entre otras virtudes, su capacidad de exaltar el
sabor de la carne.
Algunas citas
FIESTA DE PRIMAVERA EN LACOMMANDE: el
22 de abril, la localidad de Lacommande celebra su tradicional fiesta de
la primavera, una cita muy popular en la zona y en la que los productores
locales de vino dan a conocer al público sus mejores variedades y donde se
ofrecen diversas degustaciones y catas.
TRASHUMANCIA EN LOURDIOS·ICHERE: el
traslado de los rebaños es uno de los fenómenos más interesantes de los pueblos
del valle del Aspe como Lourdios-lchere, donde el 8 de junio se producirá una fiesta
en su honor, en la que se podrán descubrir razas locales y participar en
actividades de animación.
MÁS
INFORMACIÓN: en la web
de la Agence d'attractivité et de Développement Touristiques Béarn Pays basque:
www.bearnpyrenees.com.
No hay comentarios:
Publicar un comentario