martes, 29 de noviembre de 2016

La temperatura del vino

(Leído en el XLSemanal del 27 de julio de 2014)

Blancos
Suelen salir de cámaras frigoríficas a temperaturas muy bajas. Con el ambiente se templan rápidamente, pero hay que tener cuidado porque no todos los blancos son iguales: los más afrutados y ligeros de cuerpo precisan temperaturas más bajas (unos 7 grados), pero cada vez hay más blancos que pasan por madera, incluso jóvenes con estructura por su estancia con la lías en el depósito, que para mostrarse en plenitud necesitan temperaturas un poco más altas (entre 10 y 11 grados).

Espumosos
Su consumo ideal es como aperitivo, tanto de mañana como de tarde. En cuanto a las temperaturas de servicio, entre 5 y 8 grados, con un patrón similar al del vino blanco: cuanto más joven y ligero, más frío.

Tintos
El calor y el frío condicionan las características de un vino. El tinto no puede servirse a temperatura ambiente en verano, por lo que normalmente deberá refrescarse, aunque sin pasarse. Los tintos jóvenes pueden bajarse hasta 12 grados para su servicio; y los criados, a 15 ó 16 grados en estas fechas. Muchos establecimientos hoteleros no tienen cavas, que regulan a la perfección las temperaturas, así que el consejo es pedir una cubitera, incluso con tintos, y enfriarlos ligeramente.

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