(Artículo escrito por Juan Barbacil en el Heraldo de Aragón del 28 de mayo de 2016)
Desde el año pasado, la ginebra rosa está siendo un éxito sobre todo en Andalucía. Nacida fruto de la casualidad, la ginebra rosa puede resultar de lo más atractiva para el buen tiempo en el que ya estamos inmersos.
La “Ginebra de fresa” (Strawberry) Puerto de Indias se ha convertido en la bebida de moda en Cádiz. En pleno boom del gin tonic, esta ginebra de color rosa elaborada en la provincia de Sevilla, con un intenso sabor a fresa, se ha colado de lleno entre las principales marcas del sector.
La mayoría de los bares de la ciudad ya la ofertan en su carta y el color rosa de la ginebra se ha convertido en el color habitual que luce en las terrazas del Paseo Marítimo de Cádiz. «No he conocido nunca una marca con tanto éxito como ha tenido Puerto de Indias», asegura uno de los camareros de uno de los bares de moda de la zona.
Y no es para menos. Según los datos facilitados por la propia empresa, más de 11.500 botellas de la Ginebra premium strawberry Puerto de Indias se distribuyen cada mes en la provincia de Cádiz. Además, hay que tener en cuenta que la bebida comenzó a venderse en la provincia hace ahora un año, en mayo de 2015, y durante este tiempo ha multiplicado por 50 sus ventas.
Puerto de Indias es una ginebra Premium elaborada en Carmona (Sevilla), en una de las destilerías más antiguas y con mayor tradición de Andalucía. Su nombre está relacionado con el descubrimiento de América, época en la que Sevilla se convirtió en uno de los principales puertos de intercambio de mercancías entre España y el Nuevo Mundo.
La destilería, productora del primer pacharán andaluz, desarrolla también una amplia gama de destilados, entre los que destaca la marca de anís “Los Hermanos”, además de los licores “Triunfo”.
La historia de esta destilería comienza en 1880, cuando un emigrante vasco, apellidado Izaguirre, llega a Carmona huyendo de las guerras carlistas. Instalado en la finca donde se ubica la actual destilería, decide aprovechar la existencia de un manantial de aguas subterráneas de la época romana para poner en marcha la elaboración de una serie de destilados, en alambiques de cobre y mediante técnicas tradicionales.
A través del paso de los años, estas instalaciones han sido testigos de la gestación de productos tan tradicionales y diversos como el anís, el pacharán o, ahora, la ginebra, en sus tres variedades: Strawberry, Classic y Pure Black Edition.
La calidad de los destilados es fruto de la exigencia de utilizar las mejores materias primas. La fresa, los botánicos y los distintos ingredientes utilizados para la elaboración de sus productos son seleccionados cuidadosamente de diferentes zonas geográficas, con el objetivo de obtener un producto de primera calidad. La conjugación del saber hacer y la innovación, sumada a la dedicación y esmero en su cuidado proceso de destilación, han hecho posible el desarrollo de un producto con personalidad propia que, tras consolidarse en su país de origen, ya ha iniciado su travesía hacia el mercado internacional.
Un combinado
Lo primero es escoger una copa de balón alta o un vaso de boca ancha, porque así puedes oler a fresa mientras que te la tomas. Antes que nada, debes enfriar la copa con varios cubitos de hielo, y cuando ya la notes fría, los puedes tirar y escurrir la copa. Ahora ya puedes echar nuevos hielos, de tamaño medio, porque como la copa está fría aguantarán más tiempo sin derretirse y así no se aguará tu ginebra de fresas.
Las opciones que mejor le van a la ginebra de fresas son:
- Fresas naturales y limón.Es una combinación más ácida, dirigida a paladares acostumbrados a sabores más fuertes pero con un intenso sabor a fresa. Y es que lleva una ración doble de fresas: las que incorpora la ginebra en su elaboración y las que añades a tu copa.
- Fresas naturales y naranja.En este caso, el toque cítrico lo aportará la naranja, que deberás cortar en pequeños trocitos antes de echarla a la copa.
- Naranja y ramita de canela.Esta mezcla fue una de las primeras que empezaron a servirse y es, sin duda, la más dulce de todas.
Si quieres potenciar la acidez de tu ginebra de fresas, puedes cortar la cáscara del limón y echarla en la copa, porque es ahí donde se concentra su sabor.
En cuanto a las especias, las bolitas de enebro siempre van bien con una ginebra. Poner la ginebra en la proporción que cada uno considere. Y finalmente la tónica.
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