La violenta mafia rusa está acabando con el esturión del Danubio.
Explosiones submarinas, lanchas fueraborda con hombres armados,
disparos, flotas de barcos que embisten y abordan a otros al más puro estilo pirata...
Son las artes de pesca de la mafia del caviar, una sofisticada y poderosa organización
delictiva que se apoderó de la región del mar caspio aprovechando la confusión
del desbaratamiento de la URSS. Gracias a su criminal efectividad, el esturión
salvaje del Volga está casi extinguido. Y el del Danubio va por el mismo
camino.
Los esturiones sobrevivieron a los dinosaurios (es una especie
antiquísima), pero han sucumbido frente al depredador más letal: las ansias de
riqueza del hombre. La rapiña se frenó algo en 1998 cuando la Convención de
Washington sobre el Comercio Internacional de Especies prohibió las transacciones
con huevas de esturión salvaje. A partir de entonces, el caviar legal ha procedido
de piscifactorías situadas sobre todo en Alemania, China, Italia, Israel, Irán,
Francia. Uruguay y Estados Unidos.
Pero, por supuesto, la ley no ha frenado a los gánsteres. No se
detienen porque es un buen negocio: hasta 6000 euros se pagan por un kilo de huevas
de esturión del Danubio. El caviar legal tampoco es barato: una lata de 200
gramos de beluga procedente de piscifactoría llega a cotizarse a 850 euros.
Todo el caviar del mundo debería proceder de piscifactorías, pero
no es así: el ilegal viene sobre todo de la región del mar Caspio, donde
obligan con explosivos a que los esturiones se dirijan hacia las redes de los
furtivos. Luego los envasan y etiquetan
falseando su procedencia (figura que son de piscifactorías rumanas o búlgaras) o
las mueven sin etiquetar por el mercado negro. No es fácil pillar a los
traficantes. En Alemania, la Oficina Federal para la Protección de la Naturaleza
ha interceptado, en 2014 y 2015, solo diez kilos de caviar ilegal. Y casi todo
lo encontraron en el equipaje de turistas.
Las autoridades averiguan el origen de las huevas decomisadas
realizando un análisis de isótopos. Se incauta solo una pequeña parte del
tráfico ilegal. Mientras el caviar se pague bien, las mafias siguen vivas.
vivas. Los oligarcas locales organizan sus propias flotas
pesqueras. Reclutan pescadores de Rusia, Kazajistán y Azerbaiyán, a los que
equipan con potente armamento de guerra. Ganan mucho dinero: con el tráfico de
caviar se han comprado armas para combatir en los conflictos de Chechenia o Daguestán.
Caviar
Los primeros en degustar las huevas de esturión fueron los persas. También lo disfrutaron los romanos. En el siglo XIX, mientras el caviar enriquecia las mesas de zares y aristócratas rusos, en Estados Unidos era el alimento de los pobres: entonces, allí abundaba y no se consideraba un manjar. A Europa llegó con los nobles rusos que huyeron de la revolución de 1917.
Esturión
Es coetáneo de los dinosaurios, de hace 250 millones de años. Es un pez enorme, mide hasta cinco metros. Y longevo, vive cien años.
En cifras
6000 euros. Precio en el mercado negro de un kilo de huevas de esturión salvaje.
4250 euros. Precio del kilo de caviar beluga de piscifactoria (de venta legal).
26000 millones de euros. Ingreso anual del mercado negro de especies amenazadas.
Sucedáneos
Además del tráfico de caviar ilegal, hay fraudes cuando se venden como de esturión las huevas teñidas de bacalao, salmón o mújol.
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