viernes, 23 de diciembre de 2016

Trappe, una cerveza nacida para la subsistencia



(Extraído de un texto de Juan Barbacil en el suplemento gastronómico del Heraldo de Aragón del 17 de mayo de 2014)

Puede que fuera de las primeras trapenses en llegar a Zaragoza, cuando por aquel entonces de la Trappa solo se conocía el mundo fascinante de los chocolates y su elaboración en los monasterios. Recuerdo que al comienzo no era un tipo de cerveza que gustase a todo el mundo y su forma de tomarla había que concebirla en otro entorno, con otra atmósfera; no era para quitar 'a sed y tomarla bien fría, único argumento de beber cerveza en los años 70 y 80. Había que acompañarla de comida y eso fue el comienzo de su éxito, al menos por estas tierras.

La Trappe es una de las marcas de cerveza más antiguas de los Países Bajos, y la única trapense que allí existe. El nombre de la Trappe proviene de la abadía francesa Notre-Dame de la Grande Trappe, que se encuentra en Soligny-la-Trappe, Normandía, también conocida como La Trappe. En esta abadía nació la orden de los trapenses.

Los monjes trapenses franceses encontraron un refugio en Berkel-Enschot, Brabante (Países Bajos). Unos brezales, con establos y un cobertizo de ovejas. Los establos se llamaron Koningshoeven, haciendo honor al antiguo propietario, el rey Guillermo II. El cobertizo de las ovejas acabó convirtiéndose en abadía. Una abadía autogestionada y con obligación de caridad, estas fueron las razones para comenzar a elaborar cerveza. Los monjes del convento la elaboran como medio de subsistencia desde 1884. Para ello, siguen una tradicional receta artesanal desarrollada por los propios monjes, que utiliza exclusivamente ingredientes naturales como lúpulo, malta y levadura; además, para su elaboración, la cervecería también usa agua extraída de su propio pozo. La cerveza se embotella con levadura y azúcar, lo que permite continuar el proceso de fermentación en botella y le confiere un aroma muy particular.

El aroma de La Trappe Tripel es ligeramente malteado. También presenta aromas florales, afrutados y tostados, acompañados de un fondo cítrico que resulta muy refrescante. El carácter fresco y especiado de esta cerveza se debe al uso de cilantros que fermentan en la botella. Esta ale de abadía trapense presenta un color anaranjado y levemente cristalino, y forma una abundante y esponjosa espuma blanca de buena duración. De cuerpo vigoroso, su aroma caramelizado llena la boca de un sabor dulzón que se va transformando, poco a poco, en un tenue amargor producido por el lúpulo. A pesar del pleno y rico sabor, el alcohol está presente durante todo el trago, y deja un retrogusto ligeramente seco y amargo.

La copa para las cervezas trapenses es la de cáliz, con el pie alto y la boca muy ancha, de modo que el aroma y el sabor se expandan bien. La Trappe Tripel es perfecta con quesos y patés, o bien se puede tomar como aperitivo.

La fábrica De Koningshoeven cuenta con una amplia gama de cervezas que aúnan tradición e innovación. Encontramos cervezas únicas como La Trappe Witte Trapist.la única cerveza trapense blanca del mundo; y La Trappe Bockbier, la única trapense boc. También elaboran cervezas que buscan mantener los orígenes de la abadía como son La TrappeIsid'or, que nace como reconocimiento al hermano Isidorus, el primer fabricante de la cerveza de la abadía; o La Trappe Quadruppel Oak Aged, que recupera una vieja tradición, la maduración de la cerveza en barricas de madera. Y hallamos un claro ejemplo de adaptación a los tiempos modernos, La Trappe PUUR, una cerveza elaborada únicamente con ingredientes ecológicos de excelente calidad. La abadía se ha convertido por todo ello en un atractivo turístico del sur de los Países Bajos, ofreciendo a los visitantes experiencias únicas adaptadas a todos los públicos. Visitas guiadas a la fábrica, degustación de cervezas o excursiones en bicicleta son algunas de las actividades que se pueden realizar en esta fábrica centenaria.

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