(Un texto de Juan Barbacil en el Heraldo de Aragón del 22 de agosto de 2015)
Esta bebida ha alcanzado en no muchos años un reconocimiento especial que la ha llevado a ser copiada y transformada en su concepto original.
La escritora María Ángeles Arazo en su libro ‘Valencia Noche’ dice que pocas historias sobre el origen de una bebida implican a tantas culturas y comunidades como el nacimiento del agua de Valencia, el popular cóctel elaborado a base de cava, zumo de naranja, vodka y ginebra.
"De Galicia a Valencia, pasando por el País Vasco y desembocando en Madrid, el Agua de Valencia fue una suerte de casual y orgullosa invención convertida con el paso de los años (y van ya más de 50) en folclore y tradición inseparables de las tierras levantinas. Su creador, Contante Gil, falleció en 2009, pero su legado es uno de los que más cariño suscitan en la ciudad".
Contante Gil se formó como pintor en el estudio de Felipe Brea Romero y en 1948 se trasladó a Valencia, donde ingresó en su Escuela de Bellas Artes de San Carlos. En 1953 fue seleccionado en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Alicante y, al año siguiente, en el Salón de Otoño de Valencia y en la Exposición Regional de Moncada (Valencia).
En 1956, se hizo cargo de la Antigua Cervecería Madrid, creada en 1900, y la utilizó durante muchos años como su propio museo. Alrededor de las mesas y los cuadros se celebraban diversas tertulias literarias y artísticas en un ambiente bohemio.
Contante Gil Rodríguez logró aunar en 1959, en un mismo vaso, la "conciencia" de cuatro comunidades autónomas cuando creó esta bebida, clásica ya, de la ciudad del Turia. Constante Gil, Tino para los conocidos, nació en Galicia (Taragoña) en 1926, pero sería Valencia quien le diera a conocer (y le viera fallecer) tras dar respuesta al inquisitivo reto planteado por un grupo de vascos, clientes habituales de su café Cervecería Madrid, cuando uno de ellos, cansado del vino espumoso habitual que solían tomar y al que denominaban Agua de Bilbao y lo siguen llamando así, instó a Tino a "sorprenderles con algo" nuevo.
Y la solución fue una combinación de cava, zumo de naranja, ginebra y vodka a la que Tino presento como Agua de Valencia. Y de ahí, a la eternidad, como se suele decir. Porque el eco del Agua de Valencia, una bebida que al principio solo saciaba los gaznates de los clientes VIP del café situado detrás del Palacio del Marqués de Dos Aguas, se extendería en la década de los 70 por la noche de los bares de copas y discotecas valencianas.
Ello hizo que para cuando Tino decidiera echar el cierra a su Cervecería Madrid en el año 2000, más de 40 años después de gestar el Agua de Valencia, el cóctel fuese considerado una tradición intrínseca de la ciudad; a pesar de las mil y una modificaciones arbitrarias sufridas por el cóctel.
Tino se dedicaría desde entonces a su pasión por la pintura, de la que todos coinciden en subrayar su trabajo titulado Tertulias de Café. ¿Qué otro nombre, si no, podría tener la mejor obra pictórica de un artista forjado en la tertulia de un café durante más de medio siglo? Pues eso, un brindis con Agua de Valencia, cómo no, por Tino.
De generación en generación
Por el local, han pasado generaciones y generaciones de valencianos. Artistas, políticos según decía siempre el propio Constante, "gente de derecha, de izquierda, de centro, comunitas, todos eran bien recibidos" y todos probaron su célebre bebida.
En su faceta de pintor, en 1970 celebró su primera exposición en la Galería Bisbal de Valencia. En 1972, en plena transición democrática, se integró en el Grupo Bulto, compuesto por 20 pintores que coincidían por sus afanes renovadores en lo estético y su ideología progresista. En 1974, concurrió al I Salón de Primavera y al año siguiente celebró su segunda individual en la sala Arts 29 de Valencia.
En 1996 el Centro Europeo de las Artes de París seleccionó tres de sus obras y expuso en el Centro de Cultura de Toulouse (Francia), en el Salón de Ville d,Agen (también en el país galo), en A Casa de O Coxo (La Coruña) y en el Museo de Rianxo.
Los cuadros de Gil son retratos de sus tertulianos, del ambiente de su local, incluso después, desde la nostalgia. La Cervecería Madrid se llamó primero Berlín porque a principios del siglo XX la regentaba un matrimonio bávaro. Tras la jubilación de Constante Gil cambió de dueño y fue reformada.
El Agua de Valencia es una de las bebidas más copiadas. Otras ciudades han ideado cócteles similares. En la actualidad, incluso se comercializa embotellada.
Receta de Agua de Valencia
La receta más extendida del Agua de Valencia para cuatro personas incluye medio libro de cava, medio litro de naranja natural exprimida, 60 centilitros de ginebra, otros tantos de licor de naranja (Cointreau o Tripe Seco) y lo mismo de vodka, dos cucharadas soperas de azúcar blanco, hielo y dos o tres rodajas de naranja para adornar las copas.
Para su elaboración, se exprime la naranja y se mezcla el zumo en una jarra junto con el Cointreau, el vodka, la ginebra y el azúcar. Se remueve todo bien hasta diluir el azúcar. A continuación se vierte el cava, a ser posible muy frío, removiendo de nuevo para mezclar los ingredientes pero sin quitarle la fuerza del gas al cava; se añade el hielo y las rodajas de naranja.
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