(Un texto de Magda Carlas en el suplemento dominical del
Periódico de Aragón del 24 de marzo de 2019)
El concepto superalimento está de moda y no hay mes que no
aparezca uno nuevo en el mercado. Semillas tropicales, cereales desconocidos, frutas
exóticas y un sinfín de alimentos que en teoría tienen más propiedades (y casi
siempre mayor precio) que los convencionales. Pues bien; si seguimos en esta
línea es bueno reivindicar que hay alimentos de siempre, asequibles y sin
demasiado glamour, que merecen esta dudosa denominación.
ZANAHORIA
Esta raíz consumida desde la antigüedad tiene entre otras virtudes
un altísimo aporte de provitamina A. Provitamina que se convertirá en vitamina
A y que es esencial, entre otras cosas, para el buen funcionamiento de la vista.
100 g de zanahoria aportan el 100% de los requerimientos diarios de esta vitamina.
Sólo el hígado de algunos animales supera este aporte. Pero claro, no es lo
mismo.
CEBOLLA
Esta humilde aliácea tan presente en sofritos y salsas destaca por
su alto contenido en flavonoides como
la
quercetina, sustancia de probado efecto antioxidante y preventivo de diversas
enfermedades. También es rica en fibra prebiótica, tiene un suave efecto
diurético, es antiséptica y su contenido en cromo la convierte también en un
buen aliando contra la diabetes. En definitiva, una buena aliada de su salud.
PEREJIL
Junto al ajo forma uno de los dúos más populares de nuestra gastronomía.
Es el ingrediente estrella del tabulé y los zumos verdes. Lo que es menos
conocido es que su contenido en vitaminas es altísimo. Valga como ejemplo que
contiene cuatro veces el contenido en vitamina C de una naranja. A lo anterior hay
que sumar un contenido alto en hierro, calcio y ácido fálico. En cualquier caso
un supercondimento que tener en cuenta.
SARDINA
Es uno de los pescados más asequibles del mercado, pero sus
cualidades son numerosas. Aportan una cantidad muy alta de ácidos grasos Omega
3, además de dosis notables de calcio (especialmente la sardina que se come con
raspa), yodo y proteínas de alta calidad: ideal para las personas con problemas
cardiovasculares y/o con requerimientos elevados de calcio.
HUEVO
Este alimento, tan injustamente denostado algunas veces, contiene
las proteínas de mayor calidad biológica que existen. Sin olvidar que aporta
también prácticamente todas las vitaminas, minerales como hierro, yodo o calcio
y sustancias antioxidantes como la zeaxantina o la luteína, Es un alimento, además,
ligero: un huevo no suele superar las 80 Kcal y es barato y versátil en la
cocina.
YOGUR
No son buenos tiempos para los lácteos, pero es innegable que
tienen sus virtudes. Un yogur de calidad aporta microorganismos que favorecen la
buena salud de la flora intestinal y cada vez está más claro que se trata de un
verdadero órgano con funciones importantes en el organismo. El yogur es también
digestivo, bajo en lactosa y rico en calcio.
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