domingo, 14 de enero de 2018

Batidos (y agitados)



(Un texto de María Tapia en el suplemento dominical de El Mundo del 20 de octubre de 2013)

Es la bebida americana por excelencia. El milkshake se sirve en los diners, típico restaurante prefabricado, para acompañar a sándwiches y hamburguesas. Su popularidad aumentó en los años 30 gracias a la automatización de la batidora.

Durante los años de juventud de John F. Kennedy empezaron a surgir los diners. Entre los años 30 y 50 del siglo XX vivieron su época dorada, aunque sus orígenes se remontan a finales del XIX. El primero lo creó Walter Scott en 1872, que utilizó un vagón de tren en desuso, estacionado frente al Providence Journal (Rhode Island), para servir comida caliente a los empleados del periódico que hacían el cierre nocturno. Proliferaron y, aunque su estética ha variado, su oferta gastronómica permanece inalterable. Las estrellas: las hamburguesas, los sándwiches y los batidos, porque el americano de a pie no concibe hincar el diente a una cheeseburger sin dar un trago a su milkshake.

Cuando se acuñó este término, allá por 1885, se elaboraba con güisqui y huevos. Sin embargo, partir de 1900, empezó a prepararse con leche y frutas, entre otros ingredientes. Fue en la década de los 30 cuando el batido alcanzó su mayor gloria gracias a la automatización de la batidora, que permitió prepararlo de cinco en cinco y servirlo directamente de la máquina al vaso. Hacia 1937, se añadió helado. Hoy en España también se sirven en diners, como Peggy Sue's o Tommy Mel's, que vende cerca de medio millón al año.

Ingredientes: 3 bolas de helado de fresa (fresa con fructosa) y 150 g de leche entera ecológica.
Preparación: colocar el vaso de batido. Introducir la leche entera en la batidora y, a continuación, añadir el helado. Batir y servir.

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