domingo, 23 de noviembre de 2014

Kalakukko, la comida portátil



(Un texto de Luis Palacio en la revista Ling de abril de 2014 sobre un plato típico finlandés)

Es un lugar común decir que los países nórdicos se distinguen por sus utilitarios diseños. Nadie como ellos es capaz de anteponer la facilidad de uso a otro tipo de consideraciones que rodean un producto. Incluso cuando entran en la cocina... y cocinan.

Uno de los platos más típicos de la gastronomía finlandesa - el kalakukko- es un prodigio de diseño aplicado. La tradición cuenta que su origen está ligado a la principal actividad económica del país: la explotación de los bosques. Y es que el kalakukko, una suerte de pastel rígido con un relleno de pescado fresco, resultaba perfecto para los leñadores que lo llevaban al bosque y daban cuenta de él a la hora del almuerzo; resistía bien el viaje y, gracias a su precisa elaboración, conservaba el relleno interior jugoso.

Una segunda utilización del kalakukko abunda en su portabilidad. Y es que también era la comida tradicional de los domingos, cuando las familias tenían que desplazarse a la iglesia más cercana -con frecuencia a varios kilómetros- para celebrar los oficios religiosos. Se llevaban el pastel con ellos y lo comían después de la ceremonia antes de regresar al hogar.

Se trata de un pastel, elaborado antaño con harina de centeno, aunque la disponibilidad de harinas de trigo ha ido cambiando la composición de su cobertura. En su interior descansa una mezcla de tiras de un pescado de agua dulce, como la perca o el vendace, y lonchas de beicon que aportan la grasa que facilita la cocción. Ésta se realiza en dos etapas: una más corta e intensa, para que se dore, y otra menos fuerte y más larga, para que se cocine el relleno. De esta forma, se forma una costra hermética que facilita la conservación.

Recalcando aún más la transportabilidad del kalakukko, no puede dejar de mencionarse el ripakukko, que no es otra cosa que el mismo pastel al que, en el momento de amasarlo, se le ha incorporado un asa que permite llevarlo de un lado a otro.

Como no podía ser menos en el caso de un alimento tan cuidadosamente diseñado, el kalakukko tiene sus propias instrucciones de consumo. Puede comerse cortado en lonchas transversales, que lucirán como cualquier pastel relleno. Ahora bien, lo más típico es tomarlo al estilo savoniano, es decir, de Savonia, región suroriental del país de donde es originario el plato. Los savonianos realizan un corte circular en la parte superior del pastel -lo que se llama "quitar el sombrero al kalakukko" - y van cogiendo trozos del relleno con un tenedor que acompañan con pedazos del pan que lo cubre.

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