miércoles, 10 de septiembre de 2014

El sofrito: rico, nuestro y muy saludable



(Un texto de Picos Laguna en el Heraldo de Aragón del 17 de noviembre de 2013)

Los últimos estudios conocidos esta semana demuestran que la unión de tomate, pimientos, ajo, cebolla y aceite de oliva, aúna sustancias que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y previenen cánceres, como el de próstata o pulmón.

Ajo. Purificador interno
No se conoce desinfectante, sahumados, germicida y purificador más poderoso que este bulbo. Limpia los intestinos, depura la sangre y renueva todo el sistema interno. Antiinflamatorio, diurético, fungicida, antiséptico... éstas son algunas de sus propiedades más populares. Anticoagulante y vasodilatador por lo que mejora la circulación y reduce la hipertensión y el riesgo cardiovascular por disminuir el colesterol. Propiedades expectorantes y desinfectantes.

Tomate. Casi perfecto
Fuente abundante de antioxidantes como el licopeno, que resulta muy eficaz contra los radicales libres y detritus catabólicos que causan el cáncer, y contra los principales agentes cancerígenos del humo del cigarrillo. Este beneficio aumenta si es sometido a procesos con calor, como los sofritos o la salsa de tomate. También reduce el colesterol LDL y los triglicéridos por lo que se considera protector cardíaco; y elimina las toxinas del organismo por efecto de los radicales libres.

Cebolla. Indispensable
Contiene todos los aminoácidos esenciales; varios minerales con gran cantidad de azufre y aceites esenciales con muchos componentes sulfurosos. La presencia de aliina y otros flavonoides, aunque menos que en el ajo, evita la formación de coágulos en la sangre y, por lo tanto, es muy adecuada para fluidificar la circulación sanguínea y prevenir la hipertensión. Diurética. Tiene compuestos y antioxidantes como la quercitina que actúan en la prevención del cáncer.

Aceite de oliva virgen. Milagroso
Ayuda a regular los niveles de colesterol, a prevenir enfermedades cardiovasculares; reducir la presión sanguínea y la formación de coágulos sanguíneos. Fortalece las paredes arteriales y el riesgo de síndrome metabólico. Tiene un efecto protector contra ciertos cánceres (mama, próstata, endometrio y aparato digestivo). 50 gramos contienen hasta 200 microgramos de oleocanthal: el 10% de la dosis de ibuprofeno para aliviar el dolor en un adulto. Ayuda a reducir los niveles excesivos de glucosa en sangre.

Pimiento verde. Contra la contaminación
Ricos en vitamina C con contenido doble frente a cítricos o kiwi, cubre por triplicado las necesidades básicas diarias. Gran antioxidante por su alto contenido de betacaroteno y vitaminas B2 y E: previene/alivia enfermedades degenerativas. Rojo y verde tienen betacarotenos que al entrar al organismo se transforma en vitamina A y se estimulan sus propiedades antioxidantes que protege a las células del envejecimiento precoz por la contaminación.

Pimiento rojo. Analgésico
Añade al pimiento verde una gran cantidad de licopeno,, que es un caroteno con propiedades anticancerígenas sobre la próstata fundamentalmente. También contienen capsicina, un alcaloide que estimula las secreciones gástricas, la función vesicular y favorece notablemente al tránsito intestinal. Junto al verde, ayuda a prevenir algún tipo de cáncer, enfermedades cardiovasculares y hemorragias cerebrales. Poder analgésico para artritis y reuma. 

Sano, sabroso, siempre con él
- Bacalao a la vizcaína. Junto con el pollo al chilindrón es el prototipo de dieta equilibrada en sí misma. Se puede tomar con un arroz salteado que le aporta los hidratos de carbono. Postre de fruta.
- Marmitako. Una buena manera de hacer dos platos de uno es retirar el bonito cuando casi está hecho y tomarlo con el sofrito como segundo plato y las patatas solas de primero. Postre de fruta.
- Pechugas a la plancha. Con el sofrito por encima o como base en la que acaba de hacerse el pollo. Con ensalada de tomate, porque todos los días hay que tomar una hortaliza natural.
- Pollo al chilindrón. Receta aragonesa. Se acompaña de un primer plato de legumbre, verdura o pasta. También se puede hacer con un poco de pasta blanca que le acompaña como plato combinado.
- Pasta. Con sofrito al que se le pueden añadir dos filetes de jamón york picado, una lata de atún al natural y un filete de salmón al horno. Un poco de queso rallado y orégano. Una hortaliza y fruta.
- Garbanzos. Cocidos con cebolla o chalotas, ajo y laurel. Se toman secos con el sofrito y dos huevos picados. Fruta y ensalada de tomate. Si se pone un huevo: yogur y se mantienen las proteínas necesarias.

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