sábado, 17 de agosto de 2013

Cómo saber si un helado es bueno



(Extraído de un artículo de Isabel Navarro en el XLSemanal del 30 de mayo de 2010. Seis consejos de Davide Ottolini, crítico enogastronómico)

El cuerpo: El helado no debe desaparecer inmediatamente una vez que nos lo llevamos a la boca.

La cremosidad: No ha de ser demasiada. Si lleva un exceso de grasas, deja en la lengua una pátina perceptible durante segundos, algo que no es bueno.

Dulzura: debería ser siempre moderada y, en cualquier caso, no particularmente perceptible.

Mmmmm: la untuosidad o sensación resbaladiza sobre la lengua es siempre, sin duda, un rasgo negativo.

El expositor: los helados que están a una altura superior al borde del recipiente que los contiene, o bien han visto cortada en algún momento su cadena del frío, o bien podrían contener preparados alejados de la filosofía artesanal del producto.

Acidez: preste atención a la acidez de los helados de fruta o de yogur. No tiene que ser particularmente marcada o agresiva.

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