(Un texto de Alejandro Toquero en el Heraldo de Aragón del
17 de noviembre de 2018)
Para esta cocción se pueden utilizar diferentes utensilios a
partir de los más sencillos: una cazuela, un colador y una tapadera.
Prácticamente cualquier producto y elaboración admite el cocinado al vapor: verduras, pescados, postres, carnes... Para las blancas, como la de pollo, este cocinero aconseja hacer un marinado previo con salsa de soja, lima, aceite y alguna especia. "De esta forma, la pechuga tendrá más de color y sabor, y al cocinarla al vapor quedará esponjosa y no tan jasca como a la plancha".
José Manuel Martínez [profesor colaborador de
la Escuela de Cocina Azafrán] apunta algún
detalle más: "Al no estar en
contacto con el agua, las sales minerales y el resto de nutrientes no se
pierden, sino que se quedan en los alimentos; y en el caso de las
verduras, mantienen mejor el color que cuando se cuecen en agua". Además, es sencillo aromatizar recurriendo a
hierbas, especias o vino.
[…]Una cazuela, un colador y una tapadera. "Es la forma
más sencilla, cómoda y útil de cocer al vapor", comenta. Con ellos ha
preparado la salsa holandesa.
Como
colofón, José Manuel Martínez ofrece algunos consejos. El primero, poner
los alimentos cuando el agua esté hirviendo, ya que "la cocción será más
exacta". Y en el caso del pescado, si se hace en la olla
rápida, untar con un poco de aceite la rejilla para que la piel no se pegue. En
cuanto a los tiempos, "para el arroz son parecidos a los de una cocción en agua, y para unas
judías verdes, 5 minutos, como el bacalao en el
microondas". Por supuesto, el tamaño de los alimentos influye, así que la
recomendación general es ir probando y estar un poco pendiente.
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