Este plato se creó hace 60 años en el Harry's Bar de Venecia para una
clienta que debía tomar carne cruda. Giuseppe Cipriani cortó solomillo de buey
en láminas finísimas, las aliñó con sal, aceite, limón y parmesano, y lo llamó así
en honor a Vittore Carpaccio, pintor aficionado a los rojos. Para cortar la carne,
envuélvela en film y déjala media hora en el congelador.
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