(Un artículo de Ana Rosa
Sánchez en la revista Mujer de Hoy del 21 de julio de 2007)
Comprender una etiqueta nutricional se está convirtiendo en algo casi
tan difícil como aprender a descifrar un jeroglífico. Y mucho más cuando es la
de un alimento “funcional", esos que incluyen algún componente beneficioso
para la salud y que, desde el 1 de julio, deben dar una información completa
sobre sus beneficios. Para que conozcas estos compuestos y también otros usados
en la elaboración de productos de consumo, hemos elaborado un diccionario con
el asesoramiento de la doctora María Zoco Ostiz, especialista en medicina
estética, nutrición y dietética de! centro madrileño Ananké.
Almidón modificado
- Es el que ha sufrido una serie de alteraciones químicas que modifican
sus propiedades (solubilidad, capacidad espesante, etc), pero no su genética.
Si fuera un producto modificado genéticamente -es decir, que ha visto alterados
sus caracteres hereditarios mediante biotecnología-, debería especificarlo de
forma clara en la etiqueta.
- En España, e! almidón modificado sólo se puede utilizar en la
fabricación de yogures y conservas vegetales. Se considera un aditivo
totalmente seguro. Sin embargo, hay que tener en cuenta que aporta las mismas calorías
que otros edulcorantes. Su consumo excesivo puede provocar malestar digestivo temporal.
Antioxidantes
- La oxidación es un proceso químico que tiene lugar continuamente en
nuestro organismo. Los responsables son los radicales libres que se encuentran
en la atmósfera y a los que podemos combatir con los antioxidantes, que no son
otros que las vitaminas, especialmente A, C y E, y los minerales como el
selenio y el zinc. Tomarlos es tan fácil como llevar una alimentación rica en
frutas, verduras, aceites de oliva y girasol, frutos secos, cereales, pescado,
leche, carnes... Ahora los encontramos añadidos a zumos de frutas y hortalizas,
refrescos, bebidas de té...
- Frente a los beneficios de ingerirlos en nuestra dieta de forma
natural, los nutricionistas no pueden concluir nada sobre los pros y los
contras de tomarlos a través de suplementos nutricionales.
Bífidus
- Es un lactobacillus, un micro-organismo presente en la vía
gastrointestinal y relacionado con la síntesis de enzimas y vitaminas beneficiosas
para el metabolismo y con la digestión de la lactosa. Se añade a productos
lácteos, sobre todo yogures.
- La cantidad de bífidobacterias en el intestino disminuye con la edad,
lo que favorece la proliferación de virus y hongos dañinos. No hay estudios que
demuestren sus posibles efectos adversos.
Fitoesteroles
- Son compuestos de origen vegetal que bloquean la absorción del
colesterol a través de las paredes del intestino. La gama de productos que los
contienen es extensa: lácteos, galletas, margarinas...
- La cantidad de fitoesteroles que se puede ingerir de forma natural es
pequeña, por lo que los alimentos enriquecidos pueden ayudarnos. Sin embargo,
es importante controlar su ingesta excesiva, ya que puede dar lugar a
alteraciones hormonales, además de producir una disminución en la absorción de
betacaroteno, lo que obligaría a incrementar el consumo de frutas y verduras.
Inulina
- Está presente de forma natural en el trigo, la raíz de achicoria, la
cebolla, el ajo y e! plátano y se ha incorporado a productos lácteos.
Enriquecida con oligofructosa, contribuye a mejorar la salud del aparato digestivo
y los huesos, ya que hace que las bacterias sanas crezcan en el intestino y ayuda
a absorber el calcio y el magnesio.
- No se han detectado contraindicaciones. Sus efectos beneficiosos
radican en que, al ingerirse, se comporta como una fibra soluble, llegando casi
entera al intestino grueso y controlando el estreñimiento. No aumenta la
glucemia, por lo que es ideal para los diabéticos. La oligofructosa, además,
previene la osteoporosis.
Isoflavonas
- Son estrógenos naturales presentes en la soja. Entre sus beneficios
destaca la disminución de los efectos de la menopausia, la mejora de la
estructura ósea y sus propiedades antitumorales y antioxidantes, aunque ciertos
estudios los relacionan también con la aparición de algunos tipos de cáncer de
mama hormonodependientes.
- Diversas marcas las han añadido a la leche o los yogures. La cantidad
diaria recomendada es de 61 a 80 mg al día, el equivalente a tres vasos de
leche enriquecida.
Lactitol
- Es un azúcar que se emplea como endulzante y que tiene efecto
laxante. Se usa en numerosos alimentos para el control de peso.
- Ingerido en exceso puede producir alteraciones digestivas.
L-Carnitina
- Es una sustancia "devora grasa”, que el cuerpo sintetiza a
partir del aminoácido lisina. Su función es transformar la grasa en energía. De
forma natural, está en las carnes rojas, pero en la actualidad la encontramos también
en productos industriales como alimentos para el control de peso, cremas o
pastillas.
- Su ingesta depende de! aporte calórico de cada persona, pero no debe
tomarse para adelgazar rápidamente.
Maltitol
- Funciona como edulcorante y se extrae de un almidón rico en maltosa.
Contiene la mitad de las calorías que aporta el azúcar, además de fibra
alimentaria Se encuentra en las galletas adelgazantes.
- Si se consumen más de 40 gr diarios, pueden provocar dolores
abdominales, mareos, flatulencias y diarrea.
Omega 3 EPA y DHA
- Estos ácidos grasos de cadena larga se encuentran de forma natural en
los pescados azules y en las nueces, frente a los Omega 3 de cadena corta, que
son de origen vegetal. Tienen efectos beneficiosos frente a enfermedades cardiovasculares
y potencian el rendimiento intelectual.
- Es importante ingerirlos en la dieta diaria. Hay alimentos
enriquecidos, como la leche.
Prebiótico
- Favorecen el crecimiento de las bacterias que tenemos en el colon,
nos protegen frente al cáncer, actúan sobre el sistema inmunológico y favorecen
la absorción del calcio. En el mercado encuentras alimentos preparados con
efecto prebiótico.
- No se han detectado consecuencias adversas. Tampoco existe consenso
en cuanto a la cantidad necesaria.
Probiótico
- Son alimentos que contienen microorganismos vivos que se alojan en el
colon, mejoran la flora intestinal y potencian el sistema inmunológico. Se
trata de productos lácteos enriquecidos.
- No se han detectado efectos secundarios.
Sorbitol
- Es un edulcorante que endulza como el azúcar, pero que posee la mitad
de sus calorías. De forma natural lo consumimos a través de alimentos como
manzanas, peras, cerezas y melocotones. También lo ingerimos constantemente en
chicles sin azúcar y pasteles industriales.
- Consumido en exceso tiene efectos laxantes y no se descarta una
relación con la retinopatía y la neuropatía diabética.
Tonalín
- El tonalín o CLA (ácido linoléico conjugado) es un ácido graso poli
insaturado que se ha comenzado a añadir a la leche y que estimula el
metabolismo energético, provoca una reducción de la grasa y un aumento relativo
de la masa magra.
- Si se abusa de su consumo, las consecuencias negativas pueden ser
pancreatitis, disfunción del hígado e hipertensión. En una dieta normal se
consumen de 20 a 70 mg al día. Para disminuir la masa adiposa, los fabricantes
recomiendan una ingesta de 3,5 a 7 gramos al día, siempre bajo supervisión
médica.
Xilitol
- Al igual que el sorbitol, es un alcohol de azúcar. Se utiliza en
productos para diabéticos como sustituto de la sacarosa y también en chicles y
caramelos.
- Su ingesta excesiva es laxante.
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