(Un texto de A. Arabia
en Mujer de Hoy del 19 de septiembre de 2009)
Todos
dicen saber por qué un determinado alimento no nos conviene o cuál es la dieta
más sana para el próximo otoño. Falsas verdades que tienden a confundirnos y
que, Incluso, pueden llegar a perjudicarnos. Con el fin de evitarlas, la
nutricionista Victoria Eugenia Bolado García y la Confederación de Consumidores
y Usuarios han lanzado una guía que te ayudará a desenmascararlos.
El
pan engorda
Este
alimento, igual que el resto de los farináceos (cereales, pastas...) es rico en
hidratos de carbono, un nutriente indispensable y pilar de nuestra dieta
mediterránea. Además, la composición del pan es la misma por dentro que por
fuera, por lo que si buscamos tomar menos calorías, hay que comer menos
cantidad y no quitarle la miga, como se hace habitualmente. La verdad: Lo que
aumenta las calorías del pan suele ser lo que le acompaña: mermeladas, mantequillas,
embutidos...
La
fruta como postre no hace ganar peso
Una
fruta aporta las mismas calorías antes o después de las comidas. Por lo tanto,
el orden en que se toman los alimentos a lo largo del día no influye en su
aporte energético. "Eso sí, si las comemos en exceso nos harán ganar
peso", asegura Bolado. La verdad: La única ventaja de consumirla antes de
las comidas es que gracias a su contenido en fibra y agua producen un efecto saciante.
No
beber agua durante las comidas adelgaza
Se
trata de un alimento acalórico, es decir, sus nutrientes no proporcionan ningún
tipo de energía. Por lo tanto, el agua no engorda si se toma antes, durante o
después de una comida. La verdad: Efectivamente, el agua es una aliada para
perder peso porque antes de las comidas produce sensación de saciedad, pero por
si sola no quema calorías. Además, no por beber más cantidad, se adelgaza.
Lo
"light" y lo integral apenas tienen calorías
Un
alimento etiquetado como "Iight" es aquel al que se le ha reducido o
eliminado alguno de sus componentes calóricos. Por lo general, este tipo de
productos tienen hasta un 30% menos de calorías que la versión normal.
Mientras, las harinas y los cereales integrales tienen prácticamente las mismas
calorías que tos productos refinados. La verdad: No se debe abusar de los
productos con la etiqueta "light” porque, aunque menos que un producto normal,
siguen teniendo calorías, así como azúcar y conservantes.
Los
alimentos con grasas vegetales son más sanos
Muchos
productos indican en sus etiquetas que contienen "grasas o aceites vegetales",
lo que puede llegar a confundir al consumidor porque se asocian con grasas que
tienen un beneficio para la salud como el de oliva o girasol. Pero en la mayoría
de los casos lo que contienen son grasas saturadas procedentes de aceite de
coco y de palma, muy perjudiciales para la salud cardiovascular, ya que
aumentan el colesterol. La verdad: las grasas insaturadas, que ayudan a reducir
los niveles de colesterol, se encuentran principalmente en los alimentos de
origen vegetal como el aceite de oliva y de semillas (girasol, maíz,…), frutos
secos y, como excepción, en los pescados azules (alimento de origen animal).
Estos aceites apenas se utilizan en la elaboración de productos por su elevado
precio.
Las
monodietas sirven para perder kilos
Efectivamente,
si durante un tiempo determinado consumimos un mismo tipo de alimento con bajo
contenido calórico, perderemos peso, pero a costa de nuestra salud. La verdad: Por
lo general, se trata de dietas desequilibradas que no aportan las cantidades
necesarias de macronutrientes, vitaminas y minerales. No son nada
recomendables.
Saltarse
una comida ayuda a cuidar la línea
Mucha
gente cree que saltándose una comida perderá peso."Pero hacerlo es un mal
hábito", recuerda la nutricionista Victoria Eugenia Bolado, autora del
libro "Falsos mitos de la Alimentación" (disponible en www.cecu.es).
Los especialistas aconsejan realizar cinco tomas diarias, lo que ayuda a no
llegar con excesiva hambre ni ansiedad a la siguiente comida. "De esta
forma controlaremos la ingesta de grandes cantidades de comida y evitaremos
aumentar de peso", dice. La verdad: Para mantener la línea y estar sano,
lo ideal es realizar cinco tomas diarias (desayuno, media mañana, comida,
merienda y cena). Además, si lo que se quiere es perder peso, es importante
evitar alimentos muy enérgeticos, así como reducir el tamaño de las raciones.
Los
conservantes de las latas son cancerígenos
“Sin los
conservantes autorizados, la cadena alimenticia no sería tan segura como lo es
en la actualidad”, asegura Bolado. Estas sustancias antimicrobianas se utilizan
para retrasar el deterioro de los alimentos debido a la acción de
microorganismos, así como para inhibir, retardar o prevenir el desarrollo y la
proliferación de bacterias, levaduras y moho. La verdad: "Cuando un
conservante va precedido de la letra E, no quiere decir que sea dañino, sino
que se ha autorizado su uso, por no presentar riesgos para la salud”, dice la
experta.
No
se deben mezclar hidratos y proteínas
Las
llamadas dietas disociadas consisten en no mezclar en la misma comida alimentos
ricos en hidratos de carbono (cereales, pasta, patatas, pan...) con alimentos
proteicos (carne, pescado, huevos...) porque engorda. El fundamento de este
tipo de dietas se basa en que el aumento de peso se debe a una mala digestión,
producto de una combinación errónea de alimentos. La verdad: Para la
especialista en nutrición, este tipo de dietas no tienen ningún fundamento
científico.
Las
vitaminas sirven para cubrir necesidades
La
mejor manera de obtener las vitaminas y minerales que nuestro cuerpo necesita
es a través de una dieta sana y equilibrada. Además, según la nutricionista,
"la mayoría de las personas no necesitan tomar suplementos adicionales de
estas sustancias". La verdad: Cuando existe un estado carencial, es muy
importante que el consumo de suplementos vitamínicos se realice bajo
recomendación médica porque pueden existir intoxicaciones e interacciones.
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