(Complemento a lo de ayer... y de la misma fuente)
Una de las cualidades del pez espada es que mantiene
la temperatura de su cuerpo con 10 grados más que la del agua, por lo que puede
desplazarse a profundidades donde la temperatura es bastante más baja para
capturar a sus presas. Además, es un pez muy agresivo, por lo que se alimenta de
peces de diferentes tamaños, de cefalópodos y de moluscos.
La mejor época para su captura es cuando se acerca a
las zonas más cálidas para posar, fecundar y proteger sus huevos. Su pesca, en
cualquier caso, puede resultar complicada ya que se han dado casos en los que
algunos ejemplares han atacado a las embarcaciones con su espada. Además,
pueden llegar a alcanzar los 100 kilómetros por hora nadando.
Para su captura se suele utilizar una modalidad de
arrastre selectivo desde la costa o desde una embarcación y también el arte de palangre,
que se caracteriza por tener más de 20.000 anzuelos, utilizando como cebo
sardinas, gambas o sepias para atraer a grandes pescados como nuestro
protagonista. Y lo de grande es bien cierto. Se han llegado a localizar
ejemplares de más de 600 kilos de peso y que superaban con creces los seis
metros de longitud.
Además de aportar muy poca grasa, el emperador o pez
espada destaca por su contenido en vitaminas B, especialmente la B12 y B6. El cocinero
Javier Milán también se refiere a la presencia muy importante de minerales como
magnesio, sodio y fósforo, «por lo que en las personas que tienen carencia de
estos elementos se suele recomendar su inclusión en la dieta». Tiene altos
niveles de vitamina A.
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