(Un texto de Juan
Barbacil en el suplemento gastronómico de El Heraldo del 14 de septiembre de
2013)
En 1924, la Ley Seca
estaba en vigor. Prohibía la producción, la venta y el consumo de bebidas
alcohólicas en todo Estados Unidos y provocó entre otras cosas, que un gran
número de californianos (incluidas algunas estrellas de Hollywood) viajara
desde los Ángeles a San Diego y cruzara la frontera con Tijuana para conseguir
una bebida legal en México. A menudo acudían a un restaurante propiedad de
Caesar Cardini, el Caesar's Place.
Según la leyenda, un fin
de semana especialmente bullicioso del cuatro de julio las cocinas de Cardini
se quedaron sin diversos ingredientes. El cocinero, Alex Cardini, hermano de
César Cardini, propietario del local, tuvo que improvisar con lo que tenía a
mano. Y así nació la primera ensalada César.
Los ingredientes son: costrones
de pan de masa fermentada frescos, 4 cucharadas de aceite de oliva virgen, 4
dientes de ajo pelados, 3 cucharadas de zumo de limón, 6 fiIetes de anchoas
majados, 2 cucharadas de mostaza de Dijon, 2 cucharaditas de salsa
Worcestershire, 2 o 3 cogollos de lechuga romana sin las hojas exteriores duras
y una taza y media de queso parmesano recién rallado.
Desde hace años se ha
hecho muy popular y en locales internacionales la ofrecen como uno de sus
productos estrellas. […] A largo de mis viajes por el mundo he visto verdaderas
falsificaciones, imitaciones y otras ensaladas que bajo el nombre de César
albergan cosas tan estrambóticas corno pollo a la plancha, rebozado. tocineta
(bacon) muy frito o crema de leche. Consulten la forma de mezclar los
ingredientes y pruébenla en su estado original, les encantará.
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