(Un texto de A. Paris en la revista Mujer de Hoy del 12 de agosto de 2017)
Ya sabes qué hay que ponerle en el plato a tu hijo, ¿pero tienes claro en qué cantidad? Mídelo con la palma de su mano.
Verduras. La ración que necesita un niño sería
equivalente a la cantidad de verdura (cruda o cocida) que cabe en sus
dos manos juntas formando un cuenco.
Hidratos. ¿Cuántos
cereales y derivados (pasta, pan, etc.), arroz y tubérculos (patatas,
etc.) deben comer? La ración infantil equivale al espacio que ocupa su
puño cerrado.
Proteínas. La cantidad de
carne, pescado o huevo debe ser la medida de su palma de la mano (desde
la muñeca hasta los dedos). Además, el grosos del trozo de carne o
pescado debe ser aproximadamente como el grosos de su dedo meñique. Las
legumbres también pueden medirse por el espacio que ocupa su puño
cerrado.
Frutas. Necesitan la cantidad que cabe en una mano abierta en forma de cuenco.
¿Cuánto queso debe comer un niño? Pues seguramente, menos del que crees. En este caso, el trozo de queso debe limitarse a la
ración equivalente en logitud y anchura a sus dedos índice y corazón
juntos. Y en cuanto a la proporción correcta de grasas, la ración más
saludable equivale al primer tramo del dedo índice, es decir, la primera
falange de este dedo. Poquísimo.
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