(Leído en un suplemento gastronómico del Heraldo de Aragón
no-sé-cuando)
Jorge Guiral, uno de los responsables
de Huerta Barbereta, cuenta que la albahaca tiene un proceso de crecimiento y
maduración de aproximadamente 50 días. La planta requiere calor, luz, agua y es
muy importante que no se plante en el mismo terreno que el año anterior.
En casa, es fundamental que le dé
la luz del sol y regarla todos los días. Para su conservación y utilización en
la cocina más allá de su actual periodo de esplendor, Guiral recomienda congelarla.
Aunque el chef Luis Patiño, del restaurante lnfusia, da más ideas para hacer
acopio: «Yo opto por deshidratarla», dice el cocinero. Para eso, dispone sobre
papel de horno la albahaca a unos 100 grados («no más, porque se quemaría»).
Después, la introduce en aceite con sal.
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