(Un texto de Juan
Barbacil en el suplemento gastronómico del Heraldo de Aragón del 15 de
noviembre de 2014)
La
cerveza de calabaza no es algo nuevo, su historia se remonta a nada menos que el
siglo XVII pero es a partir de 1980 cuando vuelve
a despuntar. Aunque en el caso de Estados Unidos son muy populares, a este lado
del Atlántico siguen sin ser las más comunes del mercado. De las que se
producen por aquí La Negra de Birras & Blues elaborada
en Valencia nos llama la atención.
Las pumpkin ales son cervezas elaboradas con
calabaza. En el caso de La Negra de Birra & Blues la calabaza es añadida tras ser horneada. Como el
resto de sus congéneres no es una cerveza muy amarga ya que el carácter del lúpulo
no debe sobrepasar al de la calabaza.
Las pumpkin ale no son una rareza. Estamos hablando
de un tipo de cervezas con una larga historia llena de tradición de siglos atrás,
allá por el siglo XVII en la época de las primeras
colonias anglosajonas en el Nuevo Mundo. Es tal la repercusión de estas cervezas
en el mercado americano que ya tienen hasta su propio festival, el Great Pumpkin Beer Festival (organizado
por Elysian Brewing) que coincide con un fin de semana del mes de octubre, próximo
a la fiesta de Halloween.
En un comienzo, en las pumpkin ales se sustituía completamente la
malta por la pulpa de la calabaza. Si analizamos como se encuentran fabricadas
las pumpkin ales en la actualidad,
podremos comprobar que la mayor parte de ellas contienen especias como pueden
ser la canela, el jengibre o el clavo. No es el caso de La Negra.
La
calabaza, al contrario que sucedía al comienzo de la historia de esta bebida,
no es el ingrediente básico sustitutivo de la malta, sino que va acompañando al resto de los ingredientes clásicos de la cerveza: la malta y
el lúpulo y también a las especias,
por lo que son cervezas por lo general fáciles de beber con un elevado grado de
complejidad y un gusto no demasiado empalagoso.
MUCHO DONDE ELEGIR.
Actualmente
hay varios centenares de diferentes cervezas de calabaza en el mercado, de modo
que los consumidores y aficionados tienen un vasto surtido en el que poder
elegir. De hecho ha crecido tanto la popularidad de estas cervezas durante los
últimos años, que incuso en las ediciones más recientes del Great American Beer Festival, las
cervezas de calabaza han tenido su propia categoría diferenciada.
Otras
peculiaridades que se dan en La Negra es, por ejemplo, que interviene con una
pincelada la malta de trigo o que la participación de la calabaza en su composición
la diferencia de otras pumpkin ale,
que incorporan la pulpa de la calabaza cocinada o en conserva, y en esta
cerveza valenciana la calabaza es primero horneada, de tal modo que los
azúcares tostados le aportan un sabor especial.
A pesar
de su juventud, podemos decir que acumula una larga lista de premios. Algunos
tan prestigiosos como las tres estrellas del Instituto Internacional de Sabor y
Calidad -iTQj- o la medalla de oro a la mejor brown ale del mundo en 2014 por
la Global Craft Beer Asociation de Berlín. Este Premio iTQj, Superior Taste Award
(Premio al Sabor Superior), trabaja en asociación con las 14 instituciones
culinarias más prestigiosas de Europa y otorga sello de calidad y
reconocimiento a la personalidad diferenciada de esta cerveza artesanal
valenciana, logrando de esta manera el máximo galardón de una asociación europea
de chefs y sumilleres.
El
responsable de Birra & Blues. Casto Giagnorio, señala
que La Negra «es una pumkin ale elaborada al estilo brown ale que acoge una
gran variedad de influencias, caracterizadas cada una de ellas por un idioma
personal, unas tradiciones y unos perfiles propios de la cultura del blues: un
toque mediterráneo para un estilo de cerveza típico del norte Europa, lo que le
proporciona la calabaza horneada a leña, con aromas peculiares made in Birra &
Blues: entre los que destacan los de frutas exóticas».
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