(Extraído de un texto de José Luis Solanilla en el
suplemento gastronómico del Heraldo de Aragón del 17 de mayo de 2014)
El tinto de verano es un combinado muy refrescante que se puede
disfrutar prácticamente en todos los momentos de la jornada. Desde media
mañana, en el típico almuerzo mediterráneo, a la hora del aperitivo, solo o en
compañía de las más variadas tapas; en la comida y en la cena, pues combina con
un amplio abanico de platos; y hasta por la tarde o por la noche, en las veladas
veraniegas en terrazas o en bares de copas. Una receta sencilla para elaborar
una garnacha de verano puede incluir los siguientes pasos:
En una copa de balón o tipo Burdeos, poner una cantidad
generosa de cubitos de hielo, hasta que lleguen al borde de la copa. Si hay pocos
cubitos, se licuarán antes y aguarán la mezcla. Añadir media rodaja de limón o
naranja, según el gusto de cada cual.
Llenar hasta la mitad de la copa, por lo menos, con vino
tinto, a temperatura de frigorífico.
Echar un chorrito de vermú no muy dulce. Puede ser también 'casero'.
Este simple añadido dará un sabor muy especial al combinado.
Y para finalizar, añadir soda o una bebida refrescante de
limón, remover bien y adornar la copa con media rodaja de limón o de naranja.
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