(Un artículo de Marisol Guisasola en la revista Mujer de Hoy del 12 de diciembre de 2015)
Típicos de nuestra dieta mediterránea, están
ayudando a difundir el concepto de salud en la gastronomía mundial. Te
los descubrimos.
Por fin, hemos dado la vuelta a la tortilla. Nuestros
alimentos están triunfando en cualquier espacio gourmet del mundo:
pimentón, azafrán, vinagre, jamón y hasta legumbres. La dieta
mediterránea pesa mucho en este triunfo. Desde que fuera declarada "la más saludable" (concepto apoyado por decenas de investigaciones, entre ellas el prestigioso estudio español Predimed), estos productos seducen los paladares de medio mundo.
Y aún más: están ayudando a cambiar la idea de dieta saludable por el de "dieta sana y exquisita"
.
Esta es una lista de los 10 alimentos de nuestro país que, por su valor
nutricional y su exquisitez, se han convertido en objeto de deseo
mundial.
Si vas a la extremeña comarca de La Vera en otoño olerás a pimentón.
Es cuando los pimientos se ahúman sobre hogares de encina o roble y
luego se muelen para obtener el
"oro rojo". Hoy sabemos
que el pimentón ayuda a controlar los niveles de colesterol y
triglicéridos, e incluso a desintoxicar el organismo.
"Dos o tres cucharaditas semanales protegen las
células frente a la agresión de la contaminación atmosférica, las
radiaciones solares o de la química contenida en algunos alimentos",
explican expertos de la Universidad de Extremadura. Si lo tuyo es el
pimentón picante, mejor aún, porque contiene capsaicina, que favorece la
termogénesis, lo que supone quemar calorías en reposo.
Cómo consumirlo: además de en marinados, asados, refritos, arroces y pastas, si lo añades a un yogur griego, tienes al instante una salsa fantástica para pescados, mariscos, verduras...
Es el mejor jamón del mundo. Los expertos en nutrición así lo
aseguran: las grasas del jamón ibérico de bellota son parecidas a las
del aceite de oliva virgen y, por tanto, saludables.
Cómo consumirlo: tal cual, cortado muy fino y a 21 grados es como sabe mejor.
Los cortes deben ser paralelos y en dirección opuesta a la pezuña.
Con un precio de entre 5 y 10 € el gramo, el azafrán es el alimento más caro del planeta, más que el caviar o las trufas blancas. Lo del precio se entiende si tenemos en cuenta que hacen falta los estigmas de 150 "rosas del azafrán" (cada flor tiene tres) para producir un gramo. Por suerte, unas pocas hebras bastan para añadir color y valor a un guiso.
Los pigmentos amarillo/naranjas y otras sustancias antioxidantes del azafrán han demostrado beneficios frente al cáncer, la depresión, el insomnio, la resistencia a la insulina y la obesidad. Y un estudio canadiense le concede valor como afrodisíaco.
Cómo consumirlo: en paellas, bullabesas, fabadas...
Incluso las cremas dulces y las natillas brillan con azafrán. Antes de
utilizarlo, conviene calentarlo un poco, envolviéndolo en papel, sobre
una superficie templada. Eso libera los aromas.
- Aceite de oliva virgen extra
Que el aceite de oliva virgen extra (AOVE) es bueno para la salud es
un dogma en la actualidad. Desde ataques cardiacos e ictus al cáncer de
mama, pasando por el deterioro cognitivo, previene todo tipo de
enfermedades. Las aceitunas de las que proviene son ricas en ácido oléico y también contienen polifenoles y otras sustancias protectoras que pasan directamente desde ellas a ese zumo natural que es el aceite.
Cómo consumirlo: dicen que una cucharada en ayunas tiene efecto "detox". Aunque resiste las frituras, las altas temperaturas no le favorecen.
Blancas, pintas o negras, todas las alubias son supersanas. Dicho
eso, las negras tienen un plus de salud. Se han descubierto al menos
ocho flavonoides antioxidantes (como los del vino tinto
o los arándanos) en el pigmento oscuro de alubias como las de Tolosa.
Esos flavonoides ayudan a prevenir el estrés oxidativo y a frenar el
envejecimiento, la enfermedad cardiovascular y hasta el deterioro
intelectual.
Cómo consumirlas: los puristas las cuecen en agua
fría, solo con un chorro de aceite de oliva virgen extra, cebolla picada
y sal; un rato a fuego intenso y dos horas y media a fuego suave, para
que el caldo "engorde".
Unas gotas bastan para transformar un plato en una celebración. Sus
beneficios para la salud también sorprenden. Además de propiedades
antioxidantes, antimicrobianas, antihipertensivas y anticancerígenas,
hay estudios que indican que dos cucharaditas en las comidas reducen
el índice glucémico de los alimentos. Su interés es tal que un equipo
de químicos de la Universidad de Cádiz han macerado frutas en él.
¿Resultado? Un mayor poder antioxidante.
Cómo consumirlo: haz como los mejores chefs, que lo usan con vaporizador. Así nunca te pasas y lo repartes perfectamente.
España es el primer productor de ajos de Europa y el mejor lo
encuentras en Las Pedroñeras (Cuenca). ¿Su diferencia? Su color morado
le proporciona una mayor concentración de alicina, la sustancia que
protege frente al envejecimiento, el cáncer, el Alzheimer, la hipertensión o el resfriado.
Cómo consumirlo: pela cinco dientes de ajo, córtalos
por la mitad, macéralos en un litro de aceite de oliva virgen extra
durante tres o cuatro semanas y el aceite será aún más saludable.
Desde alcachofas a pimientos de piquillo, pasando por melocotones o
higos, tenemos toda la huerta en lata. A su lado, una pescadería
envasada: bonito, anchoas, sardinas, mejillones... ¿Que las conservas no
son tan sanas como el producto fresco? Pues sí, pero como dicen los
expertos, "si hay días en los que no puedes conseguir fruta, verdura o
pescado frescos, tómalos en conserva. La conservación destruye
nutrientes, pero sigue asegurándote fibra, minerales, proteína...".
Cómo consumirlas: saltea dos dientes de ajo con un chorro de aceite
de oliva virgen extra en una sartén e incorpora un tarro de alcachofas
escurridas. Añade una cucharada de harina y remueve. Riega con un vaso
de vino blanco y revuelve. Incorpora una lata de almejas escurridas,
perejil picado y un huevo cocido picado por encima.
- Carnes de vacuno criado en libertad
Si subes al Puerto del Pico (Ávila) a finales de octubre, verás pasar
a las vacas avileñas negras ibéricas, en su trashumancia a los pastos
de invierno. Junto a las retintas de Extremadura y Andalucía y las
moruchas de Salamanca, las avileñas negras es una de las razas más
valoradas por los nutricionistas. Sus carnes son sabrosas, con una grasa
entreverada rica en ácido oléico.
Cómo consumirlas: como quieras, pero no las ases nunca en contacto directo con las llamas, es perjudicial.
Deberían formar parte de nuestra dieta diaria. El mismísimo estudio
Predimed aconseja tomar 35 g de frutos secos cada día. Un 30% de los
ataques cardiacos, ictus y muertes por enfermedad cardiovascular podrían
prevenirse, hasta en personas con alto riesgo, con una dieta mediterránea rica en aceite de oliva o en frutos secos.
Cómo consumirlos: al natural o tostados sin sal,
mezclados con un yogur o cuajada, esparcidos en ensaladas, con verduras y
pastas, en salsas, con los cereales del desayuno...
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