(Un artículo de A.
Toquero en el suplemento gastronómico del Heraldo de Aragón del 16 de marzo de
2013)
Preparar un germinador casero
no es difícil. Solo hay que hacer un poco de memoria, ya que a la mayoría nos
enseñaron a obtener germinados de garbanzos o lentejas en la escuela. Se necesita
un tarro de cristal de boca ancha donde se meten las semillas previamente lavadas
cubriéndolas de tres partes de agua. Se tapa el bote con una gasa sujetándola
con una goma y se deja en un lugar oscuro, aproximadamente 12 horas a 20
grados. Se enjuagan las semillas dos veces el primer día y luego ya se dejan húmedas.
Los brotes aparecerán entre el segundo y el cuarto día y a partir de ahí ya se
pueden consumir.
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