(No me acuerdo, pero supongo que será parte de un artículo de Martin Ferrand en el XLSemanal)
Estos días finales de diciembre -¡felicidades!- no se conciben sin burbujas.
El champagne
y el cava son la bebida ‘oficial’ de la Navidad. Su consumo no se hizo
común hasta mediados del XIX, cuando su descubridor, el benedictino
Pierre Perignon, llevaba más de un siglo en la tumba. En España, los
primeros aficionados al champagne fueron Felipe V, el titular del
reinado más largo de España -45 años-, y su segunda mujer, Isabel de
Farnesio. Ese vino espumoso era entonces una rareza, incluso en París;
pero la misteriosa e intrigante Princesa de los Ursinos se lo hacía
llegar a los reyes a palacio directamente desde la Abadía de
Hautuillers, en la que se produjo el descubrimiento. Los reyes Felipe e
Isabel lo bebían a diario como compañía de los asados, que tanto le
complacían a él, y de los dulces, que constituían la pasión de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario