(Extraído de un
texto de José Luis Solanilla en el suplemento gastronómico del Heraldo de
Aragón del 24 de mayo de 2014)
[Hace 38 años
tuvo lugar] uno de los acontecimientos que marcaron un antes y un después en
los mercados vinícolas mundiales. Fue el que más tarde se conoció como 'El juicio
de París', una cata organizada por Steven Spurrier, un vendedor de vinos
británico afincado en el barrio de la Madeleine, y su socia Patricia Gallagher.
Como explicó Jorge Orte, hasta aquel día, 24 de mayo de 1976, existían dos
tipos de vinos en el mundo: los franceses y el resto, pues a nadie se le pasaba
por la cabeza que ningún vino pudiera estar por encima, ni al mismo nivel, que
los franceses.
Este británico,
que ya había comprobado que en California se estaban haciendo las cosas muy bien,
convocó en una cata a ciegas de vinos del nuevo mundo y vinos franceses a nueve
respetados y respetables referentes de la escena enogastronómica francesa La
cata ciega es como es y permitió que estos parisinos dieran como vencedores en
todas las categorías a los vinos del otro lado del Atlántico, lo que levantó no
pocas ampollas al destapar las etiquetas y darse a conocer los resultados. El
único periodista que había en la cata, George Taber, de la revista 'Time', dio
cuenta del resultado del duelo, que fue reproducido por toda la prensa norteamericana
y de otras partes del mundo, encumbrando los vinos norteamericanos.